sábado, 21 de noviembre de 2009

DEL TROVO AL HIP HOP (I)

Después de la guerra civil los beniner@s de aquel pueblo alpujarreño sentían la necesidad que siente cualquier pueblo primitivo de expresarse a través del cante y del baile. Quizás en base al refrán: “Canta que las penas espantas” aquella gente en su gran mayoría sin haber podido pasar por la escuela (la escuela que me refiero puede modifica, perfeccionar formas de cantar y de bailar pero no da dichos dones) se ven en el dilema de enfrentarse a expresar sus sentimientos por medio de las canciones tradicionales, el Trovo, pero entre ellos no encuentran a nadie ni que trove ni que les enseñen a bailar. Aquella sociedad, la que tenía que trabajar de sol a sol los trescientos sesenta y cinco días del año, no encontraban tiempo para el aprendizaje ni maestr@s a su alcance y es cuando surge la espontaneidad.

Un ejemplo puede ser como finaliza una canción que se cantaba en Béninar:
“Si Queréis saber señores / quien inventó esta coplilla/ Encarnación la Pinteta / y Rosilla la Jiguita”.

Se tiene que destacar que antes que llegase la radio al pueblo existía un violinista, la guitarra, la bandurria y puede que existiese una o dos acordeones. Tan solo aguanta un poco de tiempo el desafío que representaba lo que se escuchaba en aquella caja mágica. El acordeón intenta coger el ritmo de las canciones que se escuchan en la radio, pero la evolución de la música y el baile hace callar al piano de los pobres.

Si la radio les facilitaba las canciones: ¿Para qué inventarlas?.

De forma sorprendente en Benínar teníamos verdaderos artistas bailaor@s (para el que escribe maestr@s como era Dolores la C. y el tío Manuel el Rubillo), personas que al escuchar la música se trasformaban dejando al público boquiabierto al ver sus interpretaciones cuando llegaba la banda de música de Ugijar tan solo tres días al año. (Sería importante recurrir al archivo que intenta engrandecer y que ya tiene en la actualidad el director de dicha banda). En la plaza del pueblo aquella banda de música lograba que l@s benine@s se moviesen al ritmo del Vals, la Mazurca, el Chotis, (…), pero sobre todo el pasodoble.

La forma de bailar los pasodobles creo que en cada pueblo tenía una forma de bailarse con “el pellizco, la impronta” impuest@ por el-la mejor de dicho pueblo.

Siempre fueron las mujeres las más lanzadas en lo referente al cante y al baile, hasta que llega un cura que cuando ve que dos mujeres están bailando agarradas, formando pareja, lanza la siguiente frase:
“La pareja de baile debe ser hombre y mujer puesto qué, cuando está formada por dos mujeres, se parecen a las cabras cuando entran en celo”.

Esta frase marca otra etapa negra (o distinta) en el baile en Benínar.

Continuará.

1 comentario:

acuario dijo...

bailaban las mujeres solas por no habia honbres que las sacaran a bailar seria por que ninguno savia