lunes, 29 de agosto de 2016

Los Amigos de Gines descubren Benínar

Foto:

Este año ellos no estaban. Los que se dejaron la piel en el camino en ayudar en todo lo que estaba en sus manos a sus paisanos. Los que nos han enseñado a los benineros la honradez, que el ser buenas personas está por encima de todo.
Escuchando las sevillanas de Amigos de Gines en sus cuarenta años de historia casi los mismos que Benínar fue desalojada, para la construcción de la presa parece como si este grupo compusieran estas sevillanas pensando en la familia de Juan el de María de Benínar.   Escuchando las sevillanas de  los amigos de Gines:
Vivan las buenas personas
que vivan las buenas gentes
que vivan las buenas gentes
esas que nunca traicionan
esos que nunca te venden


Siempre que escucho una canción lo asocio a una situación, a un determinado momento. Pienso que su letra siempre le cuadra a  una o varias personas como un traje a medida. Siempre que escucho estas sevillanas me acuerdo a la familia Juan Cuerdas para los benineros, Juan el de María.
Les toca vivir en el momento justo que llega al pueblo el teléfono, que se lo montan en su casa, si o sí. Pero no era solo para ellos, (particular) era para el pueblo entero donde su mujer, Carmen cada vez que sonaba tiene que salir corriendo por las calles para avisar a quien reclamaba el dichoso trasto. Carmen es la “conserje” de todos los beniner@s aunque todo ese esfuerzo es de forma altruista, ni recibe un sueldo de la administración, ni incluso un plato de arroz con leche, o el pucherico de morcillas de la matanza como agradecimiento por parte de nadie.
He escrito lo de conserje, al ejercer  su marido de alcalde y por tanto al no existir secretario (siempre ausente) pues allí estaba Carmen para lo que fuese menester, para dar información y ayuda al que lo necesitaba. Además la señora del alcalde siempre fue y lo sigue siendo cristiana de las que lo ejercen en Aguadulce que es donde están viviendo.
Continuo con lo que cantan los Amigos de Gines      
Todo lo das sin fijarte,  y nunca llevas la cuenta
vas derramando tu alma
sin ver a quien se la entregas


Vivan las buenas personas
que vivan las buenas gentes
que vivan las buenas gentes
esas que nunca traicionan
esos que nunca te venden


Juan es nombrado alcalde por el Gobernador Civil, y le toca los peores momentos por los que va a pasar su pueblo ya que está proyectado la construcción de una presa y que sus habitantes tienen que marcharse para siempre.
Con los terrenos comunales, con certificaciones, con declaraciones juradas, con ponerse de acuerdo con los tasadores de tierras y casas, etc., (era el único representante legal del pueblo) y pudo haber puesto precio a ese trabajo realizado. Pues nada de nada. Con el pasado el tiempo siempre aparece algún disconforme que termina por “soltar sapos y culebras por esa boca que tos tenemos” de alguna equivocación en la que le afecto y por eso protesta.
Pues Juan Cuerdas, su esposa Carmen y sus hijas siempre han estado en primera fila siempre que se han reunido los benineros y siempre fueron respetados y siempre le manifestaron todo el pueblo el afecto y el cariño.
De una forma muy especial y particular como olvidar aquellas tardes de verano en su puerta, ya casi ido el sol, el que escribe, con los Fernandez y los Doucet, Maricarmen tocando la guitarra y todos cantando a coro: Por un Sorbito de Champán y Clavelitos. Bueno casi todo lo de Mocedades, Raphael y la tuna. Aquellos momentos no los he vuelto a vivir a pesar de llevar treinta años en un coro rociero en este lugar al sur del sur de Andalucía.
Cada vez que escucho lo de los políticos corruptos Juan el de María me demostró que todos no lo son. Existen políticos honrados.
Cada vez que escucho que “la pela es la pela” Carmen la Cojayera me demostró que a lo largo de muchos años  se puede servir a toda una comunidad de forma altruista y sentir la satisfacción de ser útil dentro de tus posibilidades.

Vivan las buenas personas
que vivan las buenas gentes
que vivan las buenas gentes
esas que nunca traicionan
esos que nunca te venden

domingo, 21 de agosto de 2016

Hay gente pa tó.

¿Sabes de dónde viene la frase «hay gente pa tó»?
Es  la continuación de Guadalupe la cigarrera, la pobrecica que decidió ni ayudar ni que le ayudasen  en ella se concentra el siguiente comentario, pero que se podrían poner nombres y apellidos de personas como ella que vivían solas, su alimentación dependía del esfuerzo físico trabajando en el campo. La esclerosis en la medida que iba creciendo menos era su capacidad de trabajo de sembrar alimentos básico , menos animales para alimentar para que a su vez le alimentasen y como sus recursos económicos dependían de lo que podía vender de lo cultivado, como le ha pasado a la fuente de la Cañarroda, o al nacimiento de Alcaudique, lentamente ha ido perdiendo caudal hasta que ha llegado el momento en que dichas fuentes se han secado.
Son casos excepcionales ya que la calidad de una vejez en Benínar ni la he visto ni la veré. Además tengo puntos de valoración al conocerla en Inglaterra y al comparar una con la otra, me sale la frase: "Virgencita que nos quedemos como estamos".
Casi coincidiendo  con el crecimiento de la vejez de Guadalupe, de la Bizcocha, etc., llegan las gentes del pantano, van paso a paso valorando casa a casa, huerto a huerto para su expropiación forzosa y a su vez buscando a sus dueños o si ya habían muerto a sus herederos y como la administración lo sabe todo encuentran a sus herederos, o sus herederos estaban pendientes de la llamada.
Los herederos pasaron de si comía, bebía, dormía, etc., sus últimos años  en las circunstancias que vivieron  dichas personas mayores a sabiendas, seguros que ellos eran sus herederos legítimos. Se hicieron los remolones, pasaron tres pueblos de si comían, estaban vestidas, necesitaban cuidados, a sabiendas que si vendiesen la casa donde vivían o el huerto, tendrían dinero en la faltriquera para gastar, al menos lo necesario, en el caso de Guadalupe para ir al estanco a comprarse unos cigarrillos (hasta paquetes de celtas corto).  En el caso de la Bizcocha comprarse cremas y pinturas para sentirse agustito, preciosa  cada vez que se miraba al espejo.
En el comentario que escribí sobre la Bizcocha creo dejar constancia que una vecina (Lolica la de Ramón) al verla totalmente abandonada e impotente se hizo cargo de ella al menos en sus últimos días. Guadalupe nada de nada.
Lo más alarmante en el pueblo en aquellos días fue cuando llegaron de Barcelona los herederos de la Bizcocha, cuando ya estaba enterrada para firmar el finiquito y llevarse libres de polvo y paja el grano que había logrado amontonar o mantener en los atrojes la abuelica Bizcocha.  Atrojes llenos de grano que su dueña pudo vender o cambiar a cambio de pasar sus últimos días con cierta calidad y sin embargo no toma esa determinación.
La reacción del ser humano es imprevisible. Unos dirán:
“Amí me toca una herencia y me desplazo donde sea, … y como sea.”
“Otros dirán ha pasado abandonada toda su vejez ir a por el dinero, …”.

Como dice el título: “Hay gente pato”
  Rafael el Gallole presentaron a José Ortega y Gasset. El genio sevillano preguntó quién era «aquel gachó con pinta de estudiao», a lo que le respondieron: «Es filósofo». «¿Filo qué, ezo qué e?», dijo el matador.
Alguien le explicó en qué consistía tal profesión, que era un señor que analizaba el pensamiento de la gente, que escribía doctrinas orientadas a conocer mejor el obrar de las personas. El Gallo, estupefacto, guardó silencio unos segundos. Hasta espetar con gracia:«Hay gente pa tó».

 (Lo he copiado  ABC)

jueves, 11 de agosto de 2016

Guadalupe la cigarrera




De ella aprendía que se puede tener de todo, creando tus propios sueños  en cada momento, aunque se viva en la soledad después de haber tenido todo lo que tienen los ricos. Que no si no te aparece un amigo, te lo inventas. Que no tienes comida,  la imaginas puesta en la mesa. Que te levantas y ves que no hay nadie a tu lado, te abrazas a la almohada y … Espero que cuando me llegue la hora tenga el mejor sueño escrito y que luego lo soñado me lo encuentre en el Cielo.
Guadalupe era la única beninera que tenía  un bancal lindando con el puente. El bancal que daba rendimiento para que una familia tuviese de todos alimentos  en casa. En dicho bancal estaban sembradas el único  grupo de plataneras  que había en el pueblo. También tenía unos nísperos japoneses que conjuntamente con los higos era la base de su alimentación durante casi todo el año.
En su corral solo tenía gallinas y conejos que fuero disminuyendo en la misma medida que disminuían sus fuerzas. Vestida siempre de luto y con su pañuelo negro en la cabeza, así siempre salía a la calle.  Le pasaba como a mi abuela Mamanona, (y todas las mujeres de su generación), todas las faldas de su vestuario siempre las llevaba puestas (la más estropeada por fuera y las nuevas o nuevecicas en la parte de dentro, tanto en invierno como en verano.
Se le puso el apodo de la cigarrera al ir por las calles del pueblo recogiendo colillas para después formar un cigarro y fumárselo en la soledad frente al fuego, frente a la chimenea. Era la única mujer que se conociese en el pueblo que fumase. Es de suponer que su marido cuando llegó de América la introdujo en dicho “vicio”, o cuando se murió el marido dejó tanto tabaco sin gastar que aquello no se podía desperdiciar y por ello empezó a fumar. Aunque tenía el mejor bancal y una de las mejores casas vivía en una pobreza notable. No recuerdo que recurriese a hojas secas de determinadas hiervas del campo a triturarlas como le ocurría a la gran mayoría de viejos fumadores, que al no tener para comprar un cuarterón solo le daba el sueldo para comprar “los libritos” el papel para formar el cigarrillo con las plantas molidas que se podían encontrar en  de la vega o secano. Para Guadalupe el cigarrillo era la llave de su imaginación. 
Vivía en la única casa con cuatro forjados, teniendo en cuenta que todas las casas del pueblo estaban construidas de tapial y que entre las paredes se colocaban unos troncos de álamo del río ya que eran los árboles con los troncos más largos y más lisos. La construcción de una vivienda tan alta, tan grande para un matrimonio sin hijos fue un desafío a todos aquellos ricachones del pueblo que en aquellos tiempos se estaban construyendo sus casas principalmente en la C/ Ancha.
Siempre la conocí viviendo sola ya que jamás la vi sentada en la puerta de su casa con un tabaque o con unas devanaderas o haciendo ganchillo, remendando o unida a otro grupo de mujeres ayudándoles en sus labores de costura, en un exfarfollo, en una matanza, etc., ya que a cambio de ayudar tenía la recompensa de charlas con las vecinas. Siempre sola. Barbarica que estaba en las mismas circunstancias que ella, siempre estaba con amigas o estando en todas las misas y rosarios de la iglesia. Guadalupe siempre sola, sin pedir ayuda y sin ayudar  No le conocí ni a un familiar que la visitase (no por ella, por su marido ya que a ella no se conocía su procedencia en el pueblo), ni a una vecina que le visitase.
Su casa estaba pegada a la mía y un día en mi adolescencia se me ocurre sentarme a hablar con ella, pero no sabía si hacerlo en su pedazo de huerto o en su casa. Decido en el huerto ya que le podía ayudar en una de las labores del campo.
Al llegar al bancal me dice:
-         Que vienes a coger plátanos. No hay. Los zagales me controlan cuando salgo y cuando entro a mi casa para robarme los plátanos maduros
-         No, yo vengo a hablar un ratico contigo ya que veo que no hablas con nadie.
Se incorpora dejando el mancaje en el suelo, me coge de la mano, me lleva a la sombra de las plataneras, nos sentamos los dos en el suelo, me mira fijamente a los ojos un rato grande y termina diciendo:
-         Por donde empiezo a contarte mi vida ya que no se la he contado a nadie del pueblo. Tú me caes bien. Te conozco desde que naciste y sobre todo tienes una mirada que se parece a mi bancal cuando está labrado, es una plataforma  preparada para ser sembrada.
Dentro de mi inocencia la primera pregunta que le hago:
-         Porque fumas. Eres la única mujer en el pueblo que lo hace. Además cogiendo colillas de las calles.
-         ¿Más preguntas?. Me contesta.
Me ruborizo y le hago con la cabeza que no. Ella me sonríe, intenta abrazarme. Me dejo y en el abrazo escucho como su corazón se va acelerando y a la vez lentamente me voy soltando. Ella con los ojos cerrados permanece con los brazos como si aún ella me estuviese abrazando. Lentamente me voy separando, reculo con la intención de marcharme.
Ya que estoy separado unos metros, Guadalupe reacciona e intenta por todos los medios temblandole las manos, su cabeza, su cuerpo entero y intenta  justificar aquella reacción suya.
-         Tu abuela tiene mi edad por ello tu podrías ser mi nieto.
Siempre he soñado con uno de los abrazos que le das a tu abuela Mamanona. ¿Sabes lo que es soñar con un abrazo tuyo casi desde que naciste?. Tu abrazo es que un sueño se haga realidad. Me ha sentado como el riego a una planta que se está secando. Siéntate que te voy a contar mi vida, que es lo que querías.
Comienza a casi desde el principio, desde su adoslescencia. Conocía al que fuese mi marido en el puerto de Cádiz cuando regresaba de América. En él encontré al padre que no conocí, al amigo a la persona con la que yo siempre había soñado. Me propone que me case con él y yo que estaba emboba no sé que le conteste. En el trayecto de Cádiz a Benínar me enseñó a como se fabricaban los sueños y desde entonces cada vez que no tengo que comer mi invento una mesa como las que él me preparaba. Cada vez que no tengo sueño, me abrazo a la almohada, cierro los ojos y me  invento estar con él trabajando en aquellas fincas de plátanos y de tabaco  que tenía mi marido en Cuba.
-         Pero no me has contestado la razón del porque fumas.
-         No lo sé, pero cada vez que estoy fumando creo que estoy sentado junto a mi marido, los dos fumando y escuchando el sueño que él se  está inventando, que yo me lo creo a piejuntillas. Hace que la sonrisa me llegue a la cara, me lave la soledad, el hambre, la necesidad de un abrazo, me quita el frío, Sobre todo ver la vida de otra forma. Encontrar la  razón de seguir viviendo.    
  

      

lunes, 8 de agosto de 2016

Mis gallinas desayunan "pan con tumaca"




Sea cual sea su origen, como dice Manuel Vázquez Montalbán en su libro “El premio” (1996) el “pan tumaca”, “materializa el encuentro entre la cultura del trigo europea, la del tomate americana, el aceite de oliva mediterráneo y la sal de la tierra que consagró la cultura cristiana”.
Mi mente como siempre se marchan a Benínar y recuerdo a Anica la Posá que cuando iba a comprar a la tienda de mis padres, siempre decía:
-         Ponme un cuarto de arroz y lo dejo fiado hasta que pongan las gallinas y te traeré media docena de huevos  para saldar la deuda.
Dichos huevos conjuntamente con muchos más se envasaban, en una especie de canasta, entre capas de paja, se subían en el motocarro de la familia y se llevaban a vender a Berja principalmente. 
Como no recordar la figura del  recovero que recorría los cortijos tanto de Murtas como de Turón. Salía del pueblo el borrico cargado de todos aquellos alimentos que se utilizaban como trueque (el arroz, azúcar, los garbanzos, judías, bacalao y  poco más que se regateaba, que se intercambiaban por una docena de huevos) para volver otra vez al pueblo con las aguaderas o los capachos llenos de huevos para después venderlos en los pueblos de Berja, Adra o Guadíz. 
El recovero a la vuelta de los cortijos podía traer sobre la burra de todo tipo de animales canjeados por los alimentos esenciales.
!No había que ser pillo para ser recovero!.
Aquellas gallinas (raza que ha desaparecido puesto que nadie se las llevó cuando nos expulsaron del pueblo) hasta por lo menos primeros de los años sesenta no en todas las casas se les echaba un puñado de grano (el grano era muy escaso para que comiesen las personas de la casa, imaginen el grano que les llegaba a los animales). Las  gallinas de la mayoría de los corrales del pueblo se alimentaban de lo que encontraban en el campo o en el corral. Entonces en las casas era muy difícil que sobrase algo de comida estropeada que acabase en el corral. Las cocineras calculaban al milímetro cada comida según el número de comensales y si sobraba algo para la siguiente comida o para el día siguiente. Las gallinas y los cerdos (que había en casi todas las casas) lo que comían era las frutas estropeadas del campo o aquello que estaba a punto de pudrirse. Las calabazas, los zamborinos, las remolachas, todo esto se cocía y se le añadía zalvado (producto que se obtenía después de pasar la molienda por la criba).    Por eso se tenía en cada casa unas cuantas gallinas y el cerdo para que aprovechasen todas aquellas frutas u hortalizas que sobraban en el campo para que todo lo que se producía en el campo se aprovechase. El reciclado palabra que en esta época, en este siglo se traslada al plástico, papel y al vidrio no a la materia orgánica, cuando los artículos mencionados son portadores de materia orgánica.  
Recuerdo ya en los años setenta y ochenta que en todos los barrancos del Poniente de Almería existían mandas de cabras o de ovejas que su alimento básico era los tomates, pimientos, habichuelas, etc., que ya no tenían venta, o exceso de producción de los invernaderos y aquellos animales aprovechaban aquellos excedentes. Esta forma de aprovechar todo lo que sobra de los invernaderos se ha terminado y seguro que el organismo oficial que le corresponda dirá que aquella forma no era higiénica, que para eso están los grandes basureros que tienen todas las poblaciones y dichos excedentes a enterrarlo directamente.
He comenzado escribiendo que mis gallinas desayunan pan con aceite y tomate, toda aquella comida  de lo que nos sobra en la casa. Esta sociedad en la que vivimos ha cambiado a mejor a mucho mejor de cuando se estaba en Benínar, pero las sobras de la comida de cada casa no deben ir directamente a la basura. Alguna solución se debe encontrar para por lo menos el pan duro y para el aceite que se pone oscuro después de estar harto de frituras y se tira, …, se destine al reciclaje.
De la misma forma que existen contenedores para el papel y para el vidrio deben aparecer contenedores para la materia orgánica que sobran en las casas y esa materia volver a ser utilizada de alguna manera. 
En primer lugar para su rehutilización (en piensos para animales. Digo yo.  Por ejemplo como pasa en mi barriada, en el puente del  río se ven como acuden los críos acompañados con sus mayores con bolsas de pan duro para alimento de los peces y patos). 
En segundo lugar para que todo aquel que tira comida a la basura deben pensar que existen cantidad de pueblos que pasan hambre. 
Esta conciencia del despilfarro en los pueblos pequeños aún no se ha perdido. El aceite para la fabricación de jabón y el pan para los animales, pero en las grandes ciudades aun queda campo para la educación de los jóvenes.
En un aspecto en Inglaterra al despilfarro de la ropa más o menos lo tienen organizado (como el control de las palomas en las ciudades)  en unas tiendas de ropa usada por todo el país que la  recogen, se limpia se pone a la venta y lo obtenido  va a una asociación sin ánimo de lucro a nivel nacional para ayudar a una determinada clase social. Aquí en la zona donde vivo la mayoría de la ropa usada termina en los mercadillos callejeros en el norte de África que a veces da la impresión que esta forma de reutilizar la ropa usada es un mercado que se basa en la especulación para que el jefe del clan sea el que obtiene el beneficio conseguido.
De la misma forma que está creciendo en las ciudades los huertos en las azoteas de los edificios, seguro que con el tiempo tiene que aparecer gallineros que sean los que reciclen toda la materia orgánica que forma parte de  la basura de un bloque.
No se debe acostumbrar a las nuevas  generaciones al despilfarro ya que más tarde o más temprano seguro que les pasará factura.
Cuando he terminado de escribir he buscado lo que aparece en los medios sobre el tema desarrollado y me he encontrado:
La organización Ecologistas en Acción propone otra forma de reciclar los residuos biodegradables: "utilizarlos como recurso sin tratamiento previo, volviendo a recuperar el uso que tradicionalmente se le ha dado a la basura de casa, es decir para alimentar unos animales de consumo que generan alimento y excrementos con los que abonar la huerta". Con esta idea, los ecologistas han desarrollado en Sevilla el proyecto "Tu basura vale un huevo",