miércoles, 12 de mayo de 2010

PARA L@S YAY@S

PARA L@S YAY@S QUE NOS QUEDAN.

Cuando llegué por primera vez a Barcelona me recibieron en un piso en la calle Puyadas, en el cuatrocientos y pico.

Mi paisana que apenas me conocía por ella criarse en Cataluña y yo en Benínar, no me quitaba ojo de encima al encontrase con un joven de veinte años que terminaba de llegar de Benínar y creo que de camino que me analizaba el físico a la par estaba dándose un paseíto mentalmente por el pueblo alpujarreño. Los yayos sí que me recordaban sobre todo por mi fisonomía, mis rasgos, mi manera de expresarme, les recordaba a mi padre cuando tenía mi edad.

Pero al tema fundamental de éste escrito y es los cuentos que le tenía que contar la hija a su padre todas las noches para que se durmiera.

El Yayo dormía a trocitos y como se despertase por las noches había que contarle otro cuento para que dejase a los demás dormir y el abuelo volviese acoger el sueño.
Como beninero que era el yayo aunque casi toda su vida se la había pasado trabajando en Cataluña, le pasaba tres cuartos de lo mismo que le pasaba a los viejos o viejas que enviudaban en Benínar y para que no durmiesen sol@s siempre se le mandaba a una nieta que durmiese con ellos. Juraría que las nietas benineras, eran las que eran capaces de seguir la historia de sus abuel@s y mantenerlos en conversación, sin bulla ninguna. Los hijos estaban en otro mundo pensando que con que estuviesen vestidos y alimentados que diesen las gracias a San Roque bendito.

Pues lo que aparece a continuación es una nana que yo les dedico a todos los yayos o abuelos benineros. Nos quedan tan pocos.

LA LUNA A LA GATA, LA GATA A LA PERRA QUE LA MULA SE ENCUENTRA RONCANDO A PIERNA SUELTA.

No estés triste mi yayo no me muestres penas tu sitio los tienes en Benínar, tu cama, tu silla, tu mesa, allí está todo junto a mama Teresa.

¿Quien te va a quitar el cielo, las nubes, los cerros, la vega?. ¿Quién será capaz de taparte de tu cielo la luna con to las estrellas?.

Tú casa, mi casa, nuestra parra, nuestra higuera, están esperando a que tú las cuides, las podes, las encarpes, las podes, la riegas.

Duérmete mi yayo que mama Teresa te ha cogido un nido ¿De qué lo prefieres, de jilgueros, abejarucos, enjambre de abejas.

Verás que cuando despiertes estaremos todos sentados en la mesa, vendrán del El Ejido, de Vícar, de Fígols y los de Manresa.

Sueña que muy pronto llegarán las fiestas. ¡Serás mi rey moro!. Montado en tu mula albarda de estreno con jáquima nueva.

Si te portas bien tendrás realillos, jugar en las caras, engancharte a la rueda, en el frontón del Reducto hacer una apuesta.

¿Qué ya no tienes fuerzas?. Subido en la tabla, cantando en la era, y con una pala aventar el grano si el Cejoz, quiere que el viento aparezca.

En los carnales te vistes de vieja, como se vestía Cecilio, la chacha Manuela pelos de panocha, con culo de negra.

¿Qué los viejos qué?. Pa vieja, vieja, la chacha Clemencia que aún ya sin dientes roía los huesos partía con las encías hasta las almendras.

¿Qué, …, de los quintos?. ¿Qué?. He hablado con ellos y todos en la plaza seguro te esperan y en las escalerillas formar una juerga.

Yo ya soy muy viejo para que me mientas. ¿Quién ha borrado agosto?. ¿Ya no hay cementeras?. ¿Ni uvas del barco?. ¿Ni brevas?.

Duérmete mi cielo que la luna nueva le ha dicho a la gata, la gata a la perra que la mula en la cuadra lleva ya tres horas. Duerme a pierna suelta.

lunes, 10 de mayo de 2010

LA GARDUÑA

Hoy recorriendo la Alpujarra en cualquier esquina nos podemos encontrar como souvenir las famosas jarapas, como producto típico. Las famosas "alfrombras persas" a las que tenemos al alcance todos los de la zona.
Mira que ha sufrido transformaciones los telares de toda España, pues nada, todos los escritores que han pasado por la zona, la han descrito y las podemos seguir describiendo, de la misma forma.
¿Les podemos etiquetar en la actualidad que es una forma de reciclaje modernísimo?.

EN MEMORIA A LA ÚNICA FABRICADORA DE JARAPAS QUE TENÍA BENÍNAR.

Lola de las Viñas
fue a por cuatro niños, le salieron niñas,
mientras hacía jarapas de noche y de día.

Lolica la pobre sueña todos los días
haber donde saca aceite y la harina,
para hacer unas migas.
Pregona en la plaza, en las cuatro esquinas:
!Yo te hago jarapas verdes y amarillas!.

Virtudes la ve, se llena de estima,
se acuerda que tiene de sobra una silla,
de asiento de enea, algo viejecilla.
Se ha cerrado el trueque entre las vecinas.

Otra que la escuha, otra que la mira:
!Te lavo la ropa!. Otra:
!Ta cuido las niñas!. Otra:
Duerme sobre un pie como las gallinas.

Lolica:
Te presto la burra unos cuantos días,
ve a vender jarapas, hasta en Almería,
las niñas, ..., nos la repartimos,
entre las vecinas.

Lolica se lo está pensando,
dejar el telar, coger a las niñas,
irse a Barcelona que hilen las crias.

Así se nos fue una madrugada
Lolica y sus niñas
dejando temblando de frio
a todo Benínar.

La vi trasponer a Lola y sus niñas
por el Cerro Las Viñas,
en la alsina que se llevaba a los heridos,
heridas que no cerraban,
ni el aceite ni la harina.
Heridas que se cerraban,
con unas buenasaltenadas de migas.

Aquella alsina era la garduña
que en noches sin luna
vaciaba corrales de toda la Alpujarra,
de toda Almería.

sábado, 8 de mayo de 2010

POETAS DE VUELTA.
En el mes de octubre fuimos citados en Tetuán unos cuantos poetas llegados de todas las partes de España y parte del extranjero para la lectura de versos en distintos lugares de dicha ciudad.
La convocatoria fue todo un existo, acudiendo poetas que legaban desde el aeropuerto y por barco, que además también acudieron representantes de editoriales.
Al tema en cuestión.
Ya todos sentados en el barco de vuelta, observando la cara de todos, vi más rostros de derrota que de sosiego, atribuyendo las caras de decepción al ver que había vencido lo políticamente correcto al sentimiento experimentado al ver una sociedad tan desigual y sobre todo a los niños con edad escolar, vendiendo ungüentos por la calle.
En aquel trayecto de Ceuta a Algeciras escribí:

Los hijos legítimos de las palabras, los poetas, los que saben ordeñar las ubres repletas, para alimentar la soledad, del drama, o la belleza.

Los perros amaestrados que buscan y encuentran donde están las hambres, donde está el dolor, donde la miseria, donde están los niños que no van a la escuela.

Los legítimos de la palabra, intuyen encuentra los cuencos vacios, a los que siempre invocan al dios que aún no ha dado con el sitio donde está la desesperación de las vacías despensa.

Los dueños de los bolígrafos llenos de palabras certeras, los poetas, los que saben manejar los bolígrafos llenos de frases brillantes, de colores vivos que arrancan sonrisas que alargan de forma sosegada la espera.

Expertos mecánicos que manejan bolígrafos que pintan trigales, huertos, frutales, abundantes fresas, pero también saben dónde está el botón que estalle la guerra.

Bolígrafos que guardan en su columna vertebral el tuétano de las esencias.

Orgullosos de ser el testimonio de las palabras justas y precisas, de levantar o hundir las almas. Grafiteros, que marcan rayas que dan paz o sosiegan.

Que cada cual de estos poetas pase el nudo como pueda cuando vio a un niños vendiendo, ungüentos milagrosos, hasta piedras que al abrirlas brillan, parecían que tenían en sus manos todas las estrellas. Los niños que para ayudar a la familia son sacados de la escuela.

Al viejo en la sombra rumiando viejos lances, con pelos blancos, muy largos que le salen por la nariz, por las orejas, que puede que no tiene quien se los corte o quizás él, no se deja.

Los hijos legítimos de las palabras al puerto de donde salieron regresan, como lo hizo la Escuadra Invencible:

¿Derrotados?.

En sus caras se les ve buscando la razón de su derrota:
¿Fue el viento?. ¿Fue el mar?. ¿No romper el protocolo y las reglas?.
Parecen navegantes que vagan sin rumbo por culpa de las nubes que ocultan las estrellas.
4/10/2009