martes, 29 de octubre de 2013

Imaginen que soy chino. I


 Castaños milenarios

Pero no, soy del lugar y me resulta muy difícil a mí, que soy alpujarreño, encontrar un sitio para quedarme a dormir dos noches en cualquier pueblo de la Alpujarra, de la ladera sur de Sierra Nevada, que desde que nací sobre todo por las noches vía a lo lejos las luces de un puñado de pueblos, que solo conocían los pastores de mi pueblo. Que solo dichos pueblos los conociesen tan solo los pastores, era una razón basada en las comunicaciones, que dicho problema aún no se ha resuelto.  

Dejo internet y recurro al teléfono. Tan solo encontré a una persona que me dio números de teléfonos para que localizase un sitio. A estilo compadre. "También, es en cierta medida complicado la situación al imponer donde podamos estar juntos diez personas con tres niños". Pero aún así en los tiempos en que vivimos me parece no estar a la altura de las circunstancias.

Imagínense que soy ruso y me han dicho utilizando el sistema de comunicaciones del boca a boca que existe un lugar en España, que se llaman La Alpujarra y que por esta fecha se celebra la fiesta de las castañas, acudo a una agencia de viajes reservo y en base a la desconfianza llamo por teléfono antes de salir al lugar de hospedaje y me dicen que dicha reserva está anulada y que me dan como alternativa ir a la otra ladera de Sierra Nevada que es donde existen suficientes hoteles pero que ni hay castañas o si las quiero probar tendría que recorrer un buen número de kilómetros de ida y de vuelta.

Como he reflejado anteriormente, sin ser ni chino ni ruso, al ser nativo, alpujarreño, en cierta medida me siento anonadado, (por no utilizar otro adjetivo) al ver el cómo se encuentra organizado una de las fuentes de crear puestos de trabajo o de riqueza en mi tierra.

Otro dato digno de tener en cuenta. Hablando con una persona de Mecina Bombarón me decía que las castañas al no encontrar salida comercial, a todos los que lleguen en ese día al pueblo las castañas se les darán gratis. Otro dato para volver a ponerse anonadado, puesto que en cualquier puesto de verduras del mercado de mi ciudad, el kilo (las pequeñas, las perrunas) menos de los dos euros no se encuentra.

Tan solo con esos tres  datos, sobre las comunicaciones, el turismo y el recurso de las castañas (entre otros), me vuelvo a poner anonadado al pensar, que por supuesto tiene que existir una mancomunidad de municipios donde unos cuantos políticos consiguieron su puesto de trabajo, su sueldo, unas diputaciones (la de Almería y la de Granada) también llenas de políticos atareados en sus cosas y que seguro aparecerán por la fiesta en  magosto, (que así se llama dicha la fiesta de la castaña en Cataluña ) para salir en las fotos.       


Como ya uno está entraico en años y ha pasado por tantas decisiones, me vuelvo a plantear lo de siempre: ¿Si en la actualidad tuviese veinte años y viviese en La Alpujarra no estaría volviéndome a plantear una y mil veces buscarme un puesto de trabajo fuera, donde fuese, en cualquier sitio menos en mi tierra?. Los recursos que tiene ahora mismo mi tierra siempre los ha tenido, pero:  ¿Cuál es la razón que sus jóvenes se marchen de ella?. 

jueves, 17 de octubre de 2013

Ahora que se cumple 40 años de aquel día fatídico del 19 de octubre de 1973, en que una tormenta en la zona arrasa con toda la vega de Benínar, no está mal actualizar aquella riada que a los nacidos en Benínar (en Darrical, Adra,  La Rábita,  Albuñol, …) nos marcaría para siempre y en cierta medida nos sentimos desamparados en primer lugar por el Cielo y en segundo lugar por aquellas personas llagadas al pueblo que pusieron valor a nuestras tierras a nuestras casas para la construcción de una presa y nos obligaron a marcharnos.

De las quince riadas durante todo el siglo XIX, los benineros reaccionaron volviendo a reconstruir la vega, hasta que llegó la última en la que nos sentimos totalmente hundidos y desamparados y nos dejamos llevar por las circunstancias creando en nosotros esa sensación de impotencia que no logramos superar de la que tanto nos lamentamos constantemente.

Sirvan unos trovos para expresar aquella noche fatídica que desde mi ventana hablando con mi vecino Andrés Perejil y familia, la vivimos desde que empezó el primer trueno hasta que cesó la lluvia y en la curva de la carretera a la altura del cementerio con la luz de los relámpagos en plena madrugada vimos como el río se iba tragando uno a uno todos los bancales de la vega.

Siempre pensé que los trovos
había que darle sentido.
Le faltaban argumentos.
Preñarlos de contenidos.
Vempaca:  En octubre dijo el río.

Ay barrancos, ay rambla, ay río,
sacasteis las escrituras
cuando no tenía sentido.
Vuestros son y vuestros eran
siempre se  ha reconocido.

¿No escuchasteis la campana tocando a muerto,
las mujeres se rompían los vestidos,
los hombres se han vuelto locos,
los pájaros lo barruntaron, se marcharon
y abandonaron sus nidos?.

Ay rambla, ay ramblilla, ay el rio
que nos llenaste el alma
de penas, llena de inmensos vacíos
desde aquella noche negra
no me acuerdo si he dormido.

Sin razones y sin motivos
arrasaste toda la vega,
humillados nos sentimos,
nos vaciasteis las despensas
nos dejaste, tocados y hasta hundidos.

 Ay rambla, ay barrancos, ay el río,
que aquella noche de octubre
dejaste de ser mi amigo,
te llevaste por delante
todos los esfuerzos míos.

!Ay el río!. !Ay el río!.
Que se han borrado del mapa
los bancales, aquellas azas de trigo.
Una parra quedó sola, llora y llora.
Pregunta: El parral donde se ha ido.

Tardaremos en levantarnos.
La siembra perdió el motivo.
Balates: ¿Para que levantar,
las acequias los brazales, hacer lomos?.
Ya todo perdió el sentido.

 Ay río,  ay los ríos.
Sabes que ya no tendremos
brazales  donde jugaban los chiquillos,
donde cantaban las ranas, las nanas
para dormir a mis críos.

Ay barrancos, ay rambla, ay río.                                                                               Has espantado a los jóvenes
los llenaste de motivos.               
Ya renuncian y maldicen
el lugar donde han nacido.

Ay barrancos, ay rambla, ay el río,
la fe en todos los santos.
¿”Hay que hacerse como niños”?.
Esa frase, ese dicho,
dejo de tener sentido.

Mi arenal junto al río.
Arenales de algodón
de remolachas de trigo.
Arenales: ¿Donde estáis?.

Quiero descasar contigo.

viernes, 4 de octubre de 2013

Entre políticos y robagallinas.



Es curioso lo que escribe un diputado de Almería en la primera legislatura de la democracia sobre Benínar, nada más y nada menos en el 1977, cuando los benineros estaban indignados, cabreados, totalmente  indefensos ante aquel poder que le había puesto precio a sus casas a sus tierras y le habían dicho: “Arreglársela como podáis, y, reclamar vuestros derechos al Maestro Armero”.  
Joaquín Navarro Estevan, Juez. senador por Almería en las elecciones generales de 1977. Miembro del ala izquierda del partido, organizada la corriente de Izquierda Socialista, el 11 de diciembre de 1980.
Profesor de la Universidad de Salamanca y de la Complutense de Madrid. Diputado de la I Legislación de España, entre otros cargos y distinciones.
Escribe dicho senador por Almería: 

   “Antes de desaparecer bajo las aguas de un pantano, Benínar era una
pedanía de Berja, allá en la Alpujarra almeriense. Tenía Benínar a la sazón
un juez de paz que se apuntaba a todas las guerras para impedir la paz. Un
día, cierto ciudadano voraz robó tres gallinas a su vecino, que
inmediatamente lo denunció ante el Juzgado de Paz. El juicio fue inmediato y
ejemplar, como los quieren Aznar, Acebes y Michavila. El robagallinas podía
ser condenado hasta con treinta días de arresto menor. La sentencia lo
condenó a doce años de reclusión. Pasaron un par de meses y la víctima pidió
explicaciones porque el vecino de larga mano y diente presto continuaba en
libertad. Hubo de intervenir el juez de instrucción de Berja que, con gran
hilaridad, decretó la nulidad radical de la ''sentencia firme'' del juez de
Benínar. Nulidad radical. Inexistencia. El juez de paz había actuado con
manifiesta incompetencia y total desprecio de la ley. A nadie se le ocurrió
que el robagallinas cumpliese con el adefesio judicial”.
Continúa en su escrito:
   “Para ser totalitario no es preciso vivir en un país totalitario. Lo
sabemos. Lo sabe mejor que nadie el pueblo vasco. Lo sabe el Gobierno
Ibarretxe, sometido a un permanente acoso institucional y mediático. Y lo
sabe el Parlamento vasco, cuyas atribuciones constitucionales y estatutarias
han pretendido ser sustituidas, usurpadas y humilladas, …”
Dicho escrito está tomado:  del diario español de ámbito nacional

Reclama, que desaparezca el totalitarismo del País Vasco y recurre a un robagallinas para mencionar a Benínar. Nos referimos a un político que se presenta a unas elecciones con el lema “de estar con el pueblo”, “con la gente humilde”, “en defensa de la clase trabajadora”. ¿Os suena los lemas electorales de los primeros años de la democracia?.

“Hay que derrocar a este gobierno totalitario y entregarle el poder al pueblo”.
Supongo que cuando estaba dando mítines en El Poniente de Almería diría:“Tenemos que derrocar cuanto antes a los benineros de su pueblo de su tierra de sus raíces para que llegue el agua a vuestros invernaderos”.

La verdad es que dicho diputado que yo sepa, jamás apareció por Benínar (recurrir a las hemerotecas), y por ello ningún beninero le contó (nadie lo recuerda) que existiese ese personaje del robagallinas. Si existió no era de Benínar.