lunes, 8 de agosto de 2016

Mis gallinas desayunan "pan con tumaca"




Sea cual sea su origen, como dice Manuel Vázquez Montalbán en su libro “El premio” (1996) el “pan tumaca”, “materializa el encuentro entre la cultura del trigo europea, la del tomate americana, el aceite de oliva mediterráneo y la sal de la tierra que consagró la cultura cristiana”.
Mi mente como siempre se marchan a Benínar y recuerdo a Anica la Posá que cuando iba a comprar a la tienda de mis padres, siempre decía:
-         Ponme un cuarto de arroz y lo dejo fiado hasta que pongan las gallinas y te traeré media docena de huevos  para saldar la deuda.
Dichos huevos conjuntamente con muchos más se envasaban, en una especie de canasta, entre capas de paja, se subían en el motocarro de la familia y se llevaban a vender a Berja principalmente. 
Como no recordar la figura del  recovero que recorría los cortijos tanto de Murtas como de Turón. Salía del pueblo el borrico cargado de todos aquellos alimentos que se utilizaban como trueque (el arroz, azúcar, los garbanzos, judías, bacalao y  poco más que se regateaba, que se intercambiaban por una docena de huevos) para volver otra vez al pueblo con las aguaderas o los capachos llenos de huevos para después venderlos en los pueblos de Berja, Adra o Guadíz. 
El recovero a la vuelta de los cortijos podía traer sobre la burra de todo tipo de animales canjeados por los alimentos esenciales.
!No había que ser pillo para ser recovero!.
Aquellas gallinas (raza que ha desaparecido puesto que nadie se las llevó cuando nos expulsaron del pueblo) hasta por lo menos primeros de los años sesenta no en todas las casas se les echaba un puñado de grano (el grano era muy escaso para que comiesen las personas de la casa, imaginen el grano que les llegaba a los animales). Las  gallinas de la mayoría de los corrales del pueblo se alimentaban de lo que encontraban en el campo o en el corral. Entonces en las casas era muy difícil que sobrase algo de comida estropeada que acabase en el corral. Las cocineras calculaban al milímetro cada comida según el número de comensales y si sobraba algo para la siguiente comida o para el día siguiente. Las gallinas y los cerdos (que había en casi todas las casas) lo que comían era las frutas estropeadas del campo o aquello que estaba a punto de pudrirse. Las calabazas, los zamborinos, las remolachas, todo esto se cocía y se le añadía zalvado (producto que se obtenía después de pasar la molienda por la criba).    Por eso se tenía en cada casa unas cuantas gallinas y el cerdo para que aprovechasen todas aquellas frutas u hortalizas que sobraban en el campo para que todo lo que se producía en el campo se aprovechase. El reciclado palabra que en esta época, en este siglo se traslada al plástico, papel y al vidrio no a la materia orgánica, cuando los artículos mencionados son portadores de materia orgánica.  
Recuerdo ya en los años setenta y ochenta que en todos los barrancos del Poniente de Almería existían mandas de cabras o de ovejas que su alimento básico era los tomates, pimientos, habichuelas, etc., que ya no tenían venta, o exceso de producción de los invernaderos y aquellos animales aprovechaban aquellos excedentes. Esta forma de aprovechar todo lo que sobra de los invernaderos se ha terminado y seguro que el organismo oficial que le corresponda dirá que aquella forma no era higiénica, que para eso están los grandes basureros que tienen todas las poblaciones y dichos excedentes a enterrarlo directamente.
He comenzado escribiendo que mis gallinas desayunan pan con aceite y tomate, toda aquella comida  de lo que nos sobra en la casa. Esta sociedad en la que vivimos ha cambiado a mejor a mucho mejor de cuando se estaba en Benínar, pero las sobras de la comida de cada casa no deben ir directamente a la basura. Alguna solución se debe encontrar para por lo menos el pan duro y para el aceite que se pone oscuro después de estar harto de frituras y se tira, …, se destine al reciclaje.
De la misma forma que existen contenedores para el papel y para el vidrio deben aparecer contenedores para la materia orgánica que sobran en las casas y esa materia volver a ser utilizada de alguna manera. 
En primer lugar para su rehutilización (en piensos para animales. Digo yo.  Por ejemplo como pasa en mi barriada, en el puente del  río se ven como acuden los críos acompañados con sus mayores con bolsas de pan duro para alimento de los peces y patos). 
En segundo lugar para que todo aquel que tira comida a la basura deben pensar que existen cantidad de pueblos que pasan hambre. 
Esta conciencia del despilfarro en los pueblos pequeños aún no se ha perdido. El aceite para la fabricación de jabón y el pan para los animales, pero en las grandes ciudades aun queda campo para la educación de los jóvenes.
En un aspecto en Inglaterra al despilfarro de la ropa más o menos lo tienen organizado (como el control de las palomas en las ciudades)  en unas tiendas de ropa usada por todo el país que la  recogen, se limpia se pone a la venta y lo obtenido  va a una asociación sin ánimo de lucro a nivel nacional para ayudar a una determinada clase social. Aquí en la zona donde vivo la mayoría de la ropa usada termina en los mercadillos callejeros en el norte de África que a veces da la impresión que esta forma de reutilizar la ropa usada es un mercado que se basa en la especulación para que el jefe del clan sea el que obtiene el beneficio conseguido.
De la misma forma que está creciendo en las ciudades los huertos en las azoteas de los edificios, seguro que con el tiempo tiene que aparecer gallineros que sean los que reciclen toda la materia orgánica que forma parte de  la basura de un bloque.
No se debe acostumbrar a las nuevas  generaciones al despilfarro ya que más tarde o más temprano seguro que les pasará factura.
Cuando he terminado de escribir he buscado lo que aparece en los medios sobre el tema desarrollado y me he encontrado:
La organización Ecologistas en Acción propone otra forma de reciclar los residuos biodegradables: "utilizarlos como recurso sin tratamiento previo, volviendo a recuperar el uso que tradicionalmente se le ha dado a la basura de casa, es decir para alimentar unos animales de consumo que generan alimento y excrementos con los que abonar la huerta". Con esta idea, los ecologistas han desarrollado en Sevilla el proyecto "Tu basura vale un huevo",

1 comentario:

Paco Ramón Maldonado Ruiz dijo...

Eugenia Douced desde Canadá me manda un correo que dice: un articulo tuyo sobre las gallinas y el reciclaje. Es maravilloso. Me alegro que tu estas mesclando el pasado con el presente y que hay gente del public que dicen como tu. Felicitaciones.