miércoles, 11 de noviembre de 2009

BENINEROS ATEMPERADOS

Los beniner@s no sabemos tocar las palmas. No es nada fácil hacerlo, al compás y al son. Muy pocos los públicos que cuando salen en un espectáculo en TV se aprecia que las repiquetean. Eso se mama desde chiquitito.

No recuerdo a ningún paisano que con la guitarra en la mano de ella saliese un toque por fandangos, sevillanas, etc., es decir ningún toque “que se pueden encajar dentro del flamenco” ni mucho menos que ningún beniner@ de su garganta saliese ningún cante flamenco. ¿Andaluces atemporados?.

De la misma forma, no recuerdo ver a nadie de mi pueblo bailar o cantar el canto que en cierta medida es originario de la Alpujarra como es el Trovo o el Robado. Quiero recordar que alguna de las mozas procedentes del Marchar que terminaron viviendo en una barriada de Benínar, haberla visto vestida con el traje regional, los palillos en las manos de donde colgaban unos lazos, pero beniner@s, no.

No recuerdo que a Benínar llegasen unos títeres de aquellos, los antiguos, los que llevaban como destacado el número de la cabra. Nuestro pueblo estaba muy lejos de todo.

Desde siempre había benineros que viajaban y es de suponer que viesen todos aquellos bailes y espectáculos (corridas de toros, zarzuelas, teatro, etc.) y su gran problema era cuando llegaban a Benínar, se tenían que plantear el explicar a un público alpujarreño aquellos espectáculos.

En una ocasión estando un grupo de mozos surgió la apuesta que todos teníamos que cantar lo que supiésemos y cuando le tocó a José Mari, que comenzó a cantar con voz de tenor Matitechu Mia, los benineros estábamos escuchando por primera vez en la plaza del doctor Sánchez Quero un tenor y todos nuestros ojos se salían de la órbita.

Los beniner@s, aquell@s que llegaron a Barcelona con maletas de cartón, con damajuana de aceite, lomo en orza y con cenachos de almendras tampoco saben bailar sardanas, en este caso es como tocar las palmas, no es golpear una mano contra la otra.

Los de mi pueblo no saben jugar al futbol (y un grupo muy escaso montar en bicicleta que si metemos a las mujeres ninguna) puesto qué, los Reyes Magos no sabían que existía Benínar y por ello ni balones, ni muñecas, ni bicicletas tuvieron los beninerill@s por aquellos tiempos, los que ahora son los dueños de unas cuantas hectáreas de invernaderos son empleados en una fábrica, son funcionarios o tienen negocios.

Me ha llegado a mis oídos que el hijo de una beninera está en Madrid estudiando danza clásica. ¡Eso si que tiene mérito!. Su madre estudió una carrera, pero eso se limita tan solo a sentarse delante de unos libros y empollar y empollar. Hoy por hoy una cosa normal. Lo que si tiene mérito el de unos padres, en éste caso una madre beninera, que su hijo le plantee ese tipo de profesión y se saquen del bolsillo sus dinericos y le digan que ellos están en la retaguardia y que adelante.

En éste caso como en tantos otros que desconozco los hijos de los beniner@s menos mal que sus padres salieron de Benínar y entre otras cosas se incorporan a la rueda de una sardana, sin rubor alguno y dejando que la música le entre por los pelos de la cabeza y le salga por los talones habiendo regado de ritmo, compas y arte ese cuerpo serrano.

Éste comentario me ha llegado a la mente cuando estábamos en Tarifa con la canadiense y su nieta, viendo a uno de mis hijos hacer kitesrrf (piruetas, cabriolas y saltos espectaculares sobre las olas) y me preguntaba:
- ¿Si siguieses viviendo en Benínar donde ha vivido desde siempre todos los Maldonados de tu familia, ocurría lo que estamos contemplado?.
- Eugenia los hijos de los beniner@s no han atemperado y en el caso de mi hijo se deja llevar (sin estar afectado por en el pasado) por la cometa y el viento.
La nieta de la canadiense acude al diccionario como en tantas ocasiones para ver el significado de atemperado y entre la nieta y la abuela surgen los comentarios. Yo tan solo entendía de lo que estaban hablando:
- “Como nuestros indios”.

2 comentarios:

paco maldonado dijo...

Cuando llega la primera bicicleta a Benínar el cura prohibe severamente que las mujeres aprendan a subir en dicho antilugio

paco maldonado dijo...

En el verano del 1967 fue cuando se escuchó Maitechu Mía.
Creo que fue cuando se inauguró la plaza de toros de Berja, salía un motocarro para ver la actuación de una rejoneadora (Paquita Rocamora).
Una semana mi madre en la tienda explicó dicha corrida de toros al resto de los benineros que no asistieron por supuesto. En aquel año no había ni radio ni televisión en Benínar. Sería a finales de los cincuenta.
En el 1959 o un año después un seminarista es seleccionado como voz blanca en el seminario de Almería.
La madre le dice: "Ni se te ocurra decir nada. Haber que puede pensar la gente".