miércoles, 27 de octubre de 2010

EL COLOR DE LAS ROGATIVAS.

No pasa desapercibido los comentarios que se realizan en los lugares que los beniner@s tienen en la red. No tiene otra explicación que monte a continuación unos argumentos (no siempre fue verde el río) que en cierta medida mi fuente de inspiración sean mis dos ancestros. Quizás, también sea como consecuencia, que José el del Canónigo se ha encontrado una foto donde se encuentran mis dos abuelos Papanino y Paramón en la era de dicho cortijo en la boda de mi tío Pepe y mi tía Clara y mirando la foto los comentarios aparecidos sobre el color del río que pasaba por Benínar, al parecer se ha convertido en un monográfico donde tan solo se han fijado en un solo color, ¿y el resto de los colores?. No siempre los beniner@s contemplaban el verde de la esperanza, el de la abundancia, cuando el agua en pleno verano desaparecía por el Cejoz, cuando funcionaba todo el año el molino de los Carpos, o cuando el agua no llegaba ni a Las Yeseras.

Cuando las nubes no habían llegado en ese año y el agua en pleno verano de la Acequia de la Vega llegaba a duras penas al Cajorrillo, la mitad del pueblo resaltaba el color verde de la Vegeta, del Rincón, los Majalones, etc., y se lamentaba del color tostado, el que presentaban las plantas, en los Arenales, la Mecila, las Lomillas, etc., deshidratadas; ¡de pena! al contemplar el suelo repleto de los frutos adolescentes que los árboles en un afán de supervivencia soltaban. Árboles desnudos como en invierno siendo verano.

Cada año que las lluvias fueron escasas, se llegaba a la determinación de sacar en procesión a San Marcos, el rey de los charcos, en rogativa, para que llegasen las lluvias, para que el otro medio pueblo dejase de ver el color más feo de todos, el que presenta un árbol sediento, al ver que a sus huertos no llegaba el agua.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Paco, muy interesante como todo lo que escribes.
Yo recuerdo que una vez sacaron a S. José en procesión y lo pusieron un momento cerca de los sifones y el pilar mirando hacia el cortijo de Adoración, para que lloviese.

Un saludo, Juan Gutiérrez.

paco maldonado dijo...

Recuerdo dicha imagen con nitidez en los sifones.
Creo que es más acertado que sacasen a San José por ser mucho más efectiva la interseción.
No es lo mismo ser un apóstol que el padre de Jesús en la Tierra.
Lo que no me acuerdo es el tiempo trascurrido desde aquella procesión a que llegasen las lluvias.
Como cambian los tiempos. Nuestros mayores para la obtencción de agua urgente recurrían a San José y en la actualidad en las mismas circunstancias llamarían a un zahorí y a un pocero.
!Está bien!.
Si viviésemos en Benínar alguna novena a San José no estaría demás sobre todo para que nuestros mayores - ¿somos nosotros? - se sintiesen confortados.
Saludos Juan.
PD.
¿Alguien sabe donde se encuentra la imagen de nuestro San José y San Marcos?.