jueves, 4 de junio de 2009

EL ÁRBOL QUE PRETENDE ATRAPAR BESOS

Algeciras tiene un edificio diseñado por el tarifeño Pérez Villalta que es el referente a todo lo relacionado con la cultura.

Al entrar y preguntar cómo se llama la figura que se ha creado para un acontecimiento especial en el espacio de la entrada, mis ojos delatan mi asombro y alguien que está a mi lado me contesta:
"Capturar besos".

Mis referencias para valorar lo que está delante de mi tienen unos antecedentes, unas vivencias, una educación (…), lo que diferencia entre otras cosas la idiosincrasia de cada persona.

Perchas. Mis recuerdos asocian dicha palabra con un contenido específico. Recurro al diccionario. Pido información y lo que aparece en la pantalla no se parece para nada a lo que significa las perchas, en mi niñez.

Nací en un pueblo alpujarreño y las primeras salidas del pueblo – casi comenzando a andar - al campo con los paisanos de mi edad la palabra percha estaba relacionada con un canuto para llenarlo de alúas - hormigas con alas - para colocarlas en unas perchas.

Recurro a las personas que son de mi edad que han nacido en Algeciras - la mitad de mi vida la he vivido en dicha ciudad - y al preguntarle sobre el significado de la dichosa palabra, unos renunciaron a dicha descripción popular - la que no aparece en el diccionario pero sí en la tradición verbal del pueblo - y otros reconocen que el contenido de percha en los años cincuenta y sesenta coincide con el contenido que tenía dicha palabra en La Alpujarra.

Pregunto por dicha palabra a una cubana a un marroquí a un mexicono (...), y el contenido lo desconocen. Dicha palabra forma parte de la identidad del que escribe, de mi zona de mi gente.
Los preguntados manifiestan - para mí significa una depreciación no haber vivido la niñez en el campo por lo que significa el sello marcado a fuego que deja en una persona LA MADRE TIERRA - que su niñez está relacionada con la ciudad y por ello el vocabulario propio de la gente del campo lo desconocen.

No quiero tirar por la borda de mi memoria los contenidos de mis primeras palabras propias relacionadas con el campo aunque no aparezcan en el diccionario.

Si estando dentro de dicho edificio tengo que escribir sobre el nuevo contenido de la palabra percha, - que el creador de la obra las utiliza para llenar un espacio que para él significa "un bosque de besos" - cierro los ojos para ubicarme en el mundo donde me encuentro y ya en el siglo XXI, las perchas donde deberían ser colocadas es en todas las entradas tan pequeñas como las de una casa o tan grandes como una frontera. Un gran perchero donde dejamos lo que nos estorba para estar en un lugar donde acudimos a una fiesta o a relacionarnos eliminando todo tipo de tensiones.

Nota:

Invito a que lea en pantalla al diseñador de la obra de la entrada del edificio lo que termino de escribir y me comenta que lo escrito es un artículo sobre las perchas.

El creador de la obra de la entrada del edificio - utilizando infinidad de perchas – dice que ha pretendido reflejar "un bosque de besos. Continúa diciendo:
"Todas las personas que se encuentren con lo representado, pretendo que sientan la necesidad de depositar besos y que sean guardados en los tarros de cristal que cuelgan de las perchas".

Al fin y a la postre todos mas tarde o más temprano nos encontramos en el eterno dilema ante una obra encuadrada dentro del realismo o la representación de lo abstracto en este caso "el arbol de los besos" y lo que yo contemplo, son perchas, paraguas y botes de cristal.

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