miércoles, 7 de julio de 2010

LOS BENINER@S ESPERANDO AL MESIAS

En la boda de mi sobrina, (por poner fecha concreta) son los novios los que sitúan a cada invitado. Los recién casados nos pusieron a dos recién jubilados juntos que ejercieron por el mismo tiempo la profesión de monaguillo. También profesionalmente se dedicaron a la misma profesión.

Empezamos a recordar casi desde el comienzo. Estando de monaguillos. Finales de los cincuenta o comienzos de los sesenta. El cura, (ambos guardamos una foto en el puerto donde el cura se raspa con unas tijeras el rostro) nos invitó a visitar Málaga y de paso al sacerdote al que había sustituido. Recuerdo el encuentro en la última planta del Hospital Carlos de Haya, destinado solo para los tuberculosos que existían en los años cincuenta y sesenta, solo en Málaga y provincia.

Lo que a los dos nos arranca una sonrisa, fue cuando el cura alquiló una patera y nos dio una vuelta, diciendo:
¡Temblar beninerillos que estáis en el agua y no precisamente en en puerto de Hirmes!.

Terminó el banquete, todo el mundo se marchó a bailar, hasta que los camareros amablemente nos pidieron que nos marchásemos del salón puesto, que lo tenían que arreglar.
En una de aquellas parrafadas me dice:
- ¿No crees que el pantano se llenará hasta arriba y no será de agua?. ¿Nos ayudará la Rambla, Ramblilla y el río?.
En vez de contestarle le di la mano como se daban la mano los que iban a la Feria de Ugijar y se cerraban el trato al comprar una albarda.
El darse la mano para los benineros (las benineras aún no tenían capacidad para firmar tratos) era firmar un documento ante notario. No se daba la mano como se suele hacer ahora, que se hace como signo de amistad, (…) y sobre todo de una forma lánguida y de compromiso. Se hacía totalmente consciente los firmantes que aquello: “Iba a misa”. Es decir: !Sagrado!. Puntualizo que por los años cincuenta y sesenta, "lo sagrado”, (…). En estos momentos no encuentro ni frase ni palabra para que el lector pueda equiparar y por ello, le dejo que lo pregunten a sus mayores los más jóvenes.

Otra bomba de profundidad que lanza mi compañero de mesa:
- ¿No crees que tiene que aparecer (vuelve de nuevo a meter espuelas mi contertulio) una persona entre los benine@s que sea el que tome el timón y que le sigan quien quiera aunque luego se apunten todos, como ocurre en las fiestas, en el camping a que le den el bocata o el plato de fritailla?.

La forma de hablar entre los beniner@s es tremenda puesto que con cuatro espartos te construyen un cenacho, es decir, un recipiente (donde se puede guardar todo un tratado de comportamientos alpujarreños) de los que duran años y años siendo utilizado todos los días. Malditas bolsas de plástico que han sustituido a dicho recipiente.

Tenemos tantas vivencias pasadas y trasmitidas que cuando se dice por ejemplo: Ramblilla. El beniner@ que lo dice para los que les están escuchando es situarlo donde paso su niñez, adolescencia y juventud, vestido para la ocasión en los Moros y Cristianos.

Por supuesto que tiene que aparecer una persona como Facundo, por ejemplo, que sacaba a los beniner@s de la cárcel en la guerra civil y los repartía por los cortijos de la Vega de Granada.
Centrado en la misma persona me decía un paisano, los dos sentados en la Plaza del Ay untamiento de El Ejido, mi querido Romera:
- Las tramitaciones, valoraciones la construcción del pantano no hubiese sido lo mismo si Facundo hubiese sido el secretario del ayuntamiento.
- Es la pura realidad entre los beniner@s. Nos faltó en esos momentos un beniner@ de raza. Apunto yo.

Cuando apareció en España que todo beniner@, podía conseguir una paguita cuando se jubilase y que tenía todos los hospitales a su disposición, teníamos, apareció en Almería Juan Maldonado, funcionario que sabía como nadie abrir todas las ventanillas y rellenar las instancias que se rellenaban antes. Nadie como el hijo del Ebanista para dominar los papeles. Como Pinito del Oro dominaba el equilibrio, o como la saga de los Ordoñez dominando la capa. Era precisamente el tiempo en que los beniner@s se enfrentaban a los papeles, a las instancias. Cuando apareció en España los impresos y las solicitudes.
Dos personajes, Facundo en la guerra y Juan Maldonado cuando nacen la burocracia, que fueron auténticos Mesías que guiaban a los beniner@s. Los hechiceros de la tribu que solo ellos eran capaces de hablar directamente con los dioses.

¿Estaremos en Adviento los beniner@s?.

Espero que no tarde tanto tiempo a los de Benínar y sus descendientes como les está tardando a los que practican la Religión Judaica.

3 comentarios:

paco maldonado dijo...

"Puedo prometer y prometo que el próximo será muchísimo más corto"

Unknown dijo...

¿Necesita Beninar un mesias? yo opino que no. Lo que necesita es gente con ganas de trabajar por su pueblo.
El beninero siempre ha destacado por ser muy trabajador pero tambien por querer poco a su pueblo.
Si, lo digo alto y claro: POR QUERER POCO A SU PUEBLO. Y hablo con conocimiento de causa.
¿Acaso no os acordais de la cara de avaros que se nos puso cuando nos pagaron multiplicado por veinte lo que no valian nuestras casas y tierras?
¿Acaso habeis olvidado que solo nos manifestamos por que no nos pagaban y no para que no desapareciera el pueblo?
¿Acaso habeis olvidado lo pronto que pasamos del burro al coche?
Beninar tuvo muchos Judas, yo entono mi mea culpa ¿Tu eres capaz de hacer lo mismo o vas a seguir lloriqueando otros 30 años?

paco maldonado dijo...

Deje de soñar con Iniesta y me puse a llorar con Casillas.
No dejes ese rastro.
Un abrazo.