viernes, 31 de julio de 2009

¿TUTA?: ES UNA GRANDÍSIMA JAPUTA

Lo contento que tiene que estar el concejal de parque y jardines de mi pueblo cuando ha escuchado o leído que la tuta se ha cargado a todas las plantas de tomate de todos los huertos de la zona.

Para cualquier hortelano:
¿Qué es un huerto en verano sin tomates?: Pues nada.
Para cualquier mujer de hortelano revisando la cesta: ¿Y los tomates?.

Yo que me había convertido en la sombra del concejal al intentar crear una asociación en defensa de huertos para jubilados, para que en ellos ocupasen estos días tan largos en los terrenos abandonados cerca de donde viven para que cada uno cerrase una parcelita y crease su propio huerto.

Contemplar la cara de un jubilado sentado debajo de un árbol dándole ventaja a la sombra para que vaya a buscarlo, o esa misma persona sentada en el huerto viendo crecer lo que él ha sembrado.

Que me perdonen las japutas auténticas que es un delicioso manjar cuando sus lomos - blancos como la naca - son colocados en una cazuela de barro sobre un lecho de tomate, pimiento, cebolla, aceite y sal. Se meten en el horno hasta que están doraditas.

En esta zona del Estrecho de Gibraltar solo las comemos en temporada, que es cuando suelen pasar del Mediterráneo al Atlántico o viceversa. Mi compañero de trabajo dice que a dicho pez, le viene el nombre como consecuencia que al sacarlo del mar, suele dar unas descargas eléctricas y que los pescadores la suelen soltar - si no son expertos o no las conocen, - después de haber dicho a pleno pulmón: ¡Japuuuuta! .
La misma palabra salió por mi boca y con la misma intensidad cuando con tijeras en mano decidí arrancar los tomates.

A las que se les debía de colocar el nombre de japuta y dejárselo para siempre es a una polilla que ha cruzado el charco y se ha cargado mi huerto de tomates.

Desesperado consulto a mis paisanos y familiares que se dedican a la siembra del tomate en los invernaderos y me contestan:
“Qué sepamos aún no se ha encontrado el depredador para dicha polilla, así que este año sembrar tomates en los invernaderos del Poniente de Almería es jugársela por culpa de la tuta”.

Hace unos días visitando el invernadero de un familiar me explico – por encima – la de depredadores que tenía en el invernadero, de que se alimentaban, que tenían que sembrar para que se desarrollasen, etc. etc. Continuaba mi primo diciendo:
“Como en Bruselas nos analizan todo lo que mandamos y no podemos utilizar insecticidas y fungicidas, etc. etc. ahora nuestro desafío no es saber criar tomates, es saber mantener los bichos que se jincan a los otros bichos”.

Cuando estaba escuchando dichas explicaciones me estaba acordando que ya tenía perdida la batalla que había emprendido contra el ayuntamiento de mi ciudad, que no consiente, qué, unas personas mayores – vecinos jubilados aburridos que siempre fueron agricultores - siembren su pequeño huerto en terrenos que están abandonados.

¿Será el concejal de parques y jardines el que ha importado la tuta a la que al final termiremos diciéndole: Japuta?.

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