lunes, 27 de septiembre de 2010

UNA AMERICANA PRENDE DARME LECCIONES.

Ya marchado el sol como siempre suelo sacar por última vez los tres perros ancianos que tengo, cuando los llevo amarrados es para arrastrar de ellos y por ello los saco sueltos. Una mujer con acento extranjero me dice:
- Oiga. ¿Dónde lleva la bolsa?.
Me sentó más malamente que una presunta señora con acento de vaya usted, a saber, me corrigiese, que a la vuelta, al volver a pasar otra vez por delante de ella, (al continuar sentada la presunta señora en el mismo lugar), le digo:
- ¿Cuántos cubos tiene en su cocina para separar los residuos de la casa?.
- ¿Qué dice?.
¡Ya estamos en contestan lo que quieren entender del Castellano los de fuera!. La persona que estaba a su lado me contesta diciendo que ellos desde hace mucho tiempo separan, el papel, los plásticos y el resto de la basura.
- En América es obligatorio hacer dichas separaciones. Contesta la mujer.
- Pues yo, desde hace bastante tiempo además de todo lo que ustedes realizan, tengo un cuarto cubo para separar la materia orgánica, ya que tengo unos recipientes, con lombrices para obtener el humus.
Me di media vuelta y di por terminado la conversación puesto que uno que ha cargado y descargado serones de estiércol, se ha criado en un pueblo alpujarreño donde aún no se conocía la palabra basurero (allí todo se reciclaba), el que me llamase la atención de la bolsita para el excremento de los perros (no es que no tuviese razón de que todos los que salen con su perro recojan las cacas), es que, dentro de las actividades del día, siempre dejo un tiempo para sembrar y reciclar todo lo que podo de las palmeras, por ejemplo.
Todo un aprendizaje en Benínar sobre el reciclado y la misión que tiene cada beninero de dejar plantadas los árboles que pueda, no para su disfrute de recoger lo sembrado; se siembra a sabiendas que la sombra y el fruto será disfruta o recogido por las generaciones que llegan; ¡a mí me va a llegar una americana a corregirme diciéndome:
- En América es obligatorio, (…).
Como vivo y hablo como se habla en ésta tierra, en Cádiz me llegó a la cabeza:
¡Ihaputa!.
Que en su vida ha cogido un mancaje ni se ha puesto unas albarcas, me va a dar lecciones, que en América (…).
Siglos antes que lo aprobase el Senado de los EEUU, antes que ustedes-vosotr@s fuesen nación, en la Alpujarra siempre desde hace muchísimos siglos, como norma, nada se desperdicia, todo se recicla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero al final... ¿llevabas bolsa?

paco maldonado dijo...

No. Nunca he llevado bolsas.
En mi vivienda vivimos personas y animales. Cada uno tiene su espacio y nos encontramos cuando las personas lo deciden. No solo los perros, el gato y las gallinas.
Los perros saben donde están sus espacios, sus horarios y salimos juntos cuando nos apetece.