sábado, 9 de enero de 2010

SE DESMONTA EL BELEN

No sé si en todas las casas, en la mía estamos los que tienen arte y estilo para montar el belén y los que como yo (me ha tocado) guardarlo. Cuando pasas las fiestas es necesario guardar. No es necesario describir con palabras transcendentales para que todo el mundo entienda:
“No es lo mismo montar el belén que desmontarlo”.
Montarlo es creativo y estimulante. Desmontarlo suele ser asignado al que en la casa se le tiene el calificativo:
“Ya que no tienes nada que hacer en todo el día, ...”. Con ritintí, por supuesto.

Cuando están envueltas las figuras,las importantes, las más grandes, las relevantes veo gran cantidad de morralla donde las ovejas están sin cuernos, la mayoría de las cabras paralíticas, algunas de sus extremidades están pegadas, al hortelano se le ha roto el astil de la azada, al gañán roto el yugo de los bueyes, etc. Se encuentran así la mayoría de las figuras menores porque cada año cuando llega este momento de guardar objetos no transcendentales, en su gran mayoría construidas de arcilla, o de escayola, cualquier movimiento los han lisiado.

Me acuerdo en estos momentos cuando llegó el día de desmontar la casa donde siempre se había vivido en Benínar. Ni con lazo se encontraba a algún joven. Cuando se trataba de montar la nueva casa en la Aldeilla, Santo Domingo,en la Gangosa, El Ejido, quedaban anulados “por su mal gusto” los que habían estado desmontando la casa del pueblo y entraban con poderío la gente joven. Es de suponer que los que se marcharon en su día del pueblo para instalarse en Barcelona les ocurriría tres cuartos de lo mismo.

Los benineros siempre hemos aceptado dar con gusto el puesto que le ha correspondido a la gente joven. Nuestros hijos no heredan cuando mueren sus mayores. Heredan lo de sus padres cuando llega el momento.

Como siempre me toca guardar las múltiples cositas que configuran el belén no hago más que relatar y los que están aguantando mis letanías, siempre terminan diciéndome:
- ¡Ea!. El año que viene se monta nada más que el misterio: Padre madre e hijo.
Tardo algún tiempo en reaccionar pero no me puedo callar y pregunto:
- ¿Y el castillo de Herodes?. ¿Y los Reyes Magos?. ¿ La noria, el río, las lavanderas, los patos, (…), la huerta, el gañán, …?. ¿Y la mula y el buey con el pesebre?.
Mi mujer que suele ser la más práctica se acerca y me dice:
- Tíralo todo a la basura y el año que viene se compran por dos euros y medio todas las figuritas en los chinos.
No me puedo creer lo que estoy escuchando y pregunto:
- Que estas figuritas lisiadas te tienes que acordar que fueron aportadas cada una de ellas por cada niño, en sus distintas etapas infantiles y cuando llegan a casa (este año sin ir más lejos) con sus amistades, acuden directamente a ellas, las colocan en el mejor sitio y comienzan los recuerdos asignados a dicha figura tejiendo todo un relato.

Cojo una silla, me pongo un periódico para ir envolviendo cada una de las figuritas y casi de inmediato me llega a la mente:
Para los más pequeños la palabra lavandera la asocian a la máquina que está en el trastero de la casa que centrifuga y el horno de pan para ellos es una barbacoa, puesto que el pan, por unos céntimos, así de simple, se compra en cualquier supermercado calentito o en las tiendas de veinticuatro horas.

Me resisto a que mis niet@s tiren un trozo de pan en el recreo del colegio sin antes pensar que su abuelo para tener pan primero tenía que convertir en fértil un trozo de tierra, tenía que labrarlo, sembrarlo, segarlo, barcinar, trillarlo, ventarlo, llevarlo al molino, amasarlo, cocerlo y comer pan tierno tan solo un día a la semana.

Si un belén montado medio en condiciones es lo más educativo para todos los que nacieron con nodriza llamada frigorífico. Es rememorar todos los años que casi todos partimos de unos abuelos que vivieron en vivo y en directo la ecología llevada a la práctica, la de verdad, no la ecología de los despachos, ni la ecología que están montando los políticos con lo del cambio climático.

Si un BELEN bien montado es como Benínar montada en el salón de la casa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que razón tienes en todo lo que escribes,Paco.Creo que a casi todo el mundo le pasa lo mismo a la hora de desmontar el Belén, pasa como el dicho aquel que había en Beninar;¿donde vas? a la boda.De donde vienes?? de la booodaaa....
El Belén se monta siempre con mucha ilusión,sobretodo si hay niños en la familia.Desmontarlo como bién dices ya es otra cosa.

Abrazos para toda la familia y que tengamos un año con mucha salud.

Juan Gutiérrez.

Jazmín dijo...

Yo todavia tengo q desmontar el belén y el árbol,¡Q pereza me dá!!.