martes, 1 de septiembre de 2009

EL MAL DE OJO Y EL MAPA GENÉTICO

Doña Pepita, don Rafael y don Emilio.
Si no tenemos presentes las fotos de los doctores Sánchez Quero, - casi a comienzo del l.900 - las correspondientes tanto a D. Emilio, como a D. Rafael – finales de 1940 y comienzos de los 1. 970 - que creo no haberlas visto en todas las aportaciones de fotos antiguas que se están haciendo por parte de todos los benineros, y que se encuentran recopiladas en el blog Plaza de Beninar; sin dichas fotos de los dos doctores en medicina, las tres décadas están incompletas.

Dentro de unos años si no existen dichas fotografías los que acudan a ver la Historia de Benínar a través de las imágenes, dichos personajes de elevada influencia en la población nadie se preguntará por el paso de dichos médicos por aquel pueblo alpujarreño donde fueron descubriendo y poniendo nombres al mapa – en la actualidad el famoso mapa genético - que representaba los males o enfermedades asociadas al mal de ojo.

Dos médicos que marcan cada uno una época en un pequeño pueblo con poco más de seiscientos habitantes.

El paso de dichos profesionales por aquella población dan para largo puesto que la higiene y las enfermedades de una población, pasaron sus habitantes de enfrentarse al dolor a través de las hiervas que nacían en los montes y en la vega a la llegada al pueblo por primera vez de la Aspirina y la Penicilina.

Con ambos médicos los medicamentos que fueron apareciendo en el pueblo en tres décadas que los tenían que comprar los enfermos; que después de D. Rafael, la llegada del médico que lo sustituyó ya existía la Seguridad Social y dicho médico como los medicamentos eran gratis, dejaba el maletero de su coche abierto, para que los que acudían a por recetas regaladas, dejasen desde el gallo, los conejos, a la fruta y verdura de temporada pero sobre todo patatas.

Centrándonos en D. Rafael y Dª Pepita, los benineros descubren que tanto la maestra como el médico podían sobrevivir sin estar ligados a la autoridad por excelencia que en aquellos tiempos era lo que el cura aprobaba o desaprobaba. Ambas autoridades – maestra y médico - el ir a misa, el rosario, las novenas, etc., no eran tan vitales ni tan fundamentales para que los enfermos se curasen ni que los niños de la escuela pudieran tener la oportunidad de llegar a ser médicos y profesores si ellos y su familia se lo proponían.

La época de ambos profesionales es tan importante para aquel pueblo alpujarreño, que cuando en octubre de 1973 una gran riada barre toda la vega y en el 1982, sus habitantes son obligados a marcharse del pueblo al haber construido un pantano, en la década de D. Rafael y Dª Pepita, se fragua la idea, que aquellos niños podían ir a la universidad, es decir, la juventud de aquel pueblo colgarían los aperos que utilizaban sus antepasados durante todos los siglos de labranza de la tierra para siempre, y se marcharían definitivamente del pueblo.

¿Dª Pepita y D. Rafael, le pedirían a las estrellas fugaces que aparecían en el cielo de Benínar que su juventud dejasen la azada y el arado para que acudiese a la universidad?.

¿A cuántos pueblos de la tierra en la actualidad les hacen falta la llegada de una profesional de la enseñanza y a un profesional de la medicina para que sus habitantes miren al cielo y descubran las estrellas fugaces?.

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