miércoles, 15 de diciembre de 2010

QUE NO TOCO LA ZAMBOMBA.

No tiene guasa “mi gente”, “los de mi coro”, que nada más comenzar a ensayar villancicos, con que asome la cabeza al ensayo me corean:
- ¡Paco!. ¿ Y la zambomba?.
Yo respondo:
- Que llevo muchos años dando zambombazos y este año le toca a otr@ marcar el ritmo y darle al carrizo.

Como todos los años comenzamos (ante mi negada a encontrar sustituto). Las mujeres cuando se les mira (con intención de adjudicársela) mueven la cara para otro lado como si ellas no tuviesen gracia y salero para darle ritmo al carrizo. ¡Inocentes ellas!. Con la de carrizadas que pueden llevar a sus espaldas.

Fermín que nació en Cuba, (que lo sabe tocar todo y además con gracia) de madre alemana y padre cubano siendo sus abuelos de dicha isla caribeña, se atreve con toda percusión, la caja, los timbales, el tambor, etc., pero cuando se le pone delante suya la zambomba, dice que el dan escalofríos, y automáticamente se la coloca al que tiene al lado.

Paco Horrillo se ofrece, paro por unanimidad todas las miradas de todos los asistentes dan a entender, dicen: ¿Paco?. Si cuando esta tocándola los ojos se les pone en blanco, se muerde el labio inferior y por ello no es el más indicado; vamos, que no se le consiente ni tocarla. No sabe ná el gachó.

Con lo fácil que es la construcción de una zambomba:
- Se coge el tronco de una pita, la parte que está pegada al suelo, la más ancha, con una altura de unos sesenta centímetros, cuando el tronco está seco se hace hueco. La parte menos estrecha sería la base y la más ancha (que suele ser la de arriba según estaba sembrada) se compra un metro cuadrado de muselina y por medio de grapas se intenta que dicho trozo de tela quede lo más estirada posible. En el centro de la tela (la muselina), se le amarra un trozo de madera del tamaño del dedo meñique. En dicho trozo de madera se mete un carrizo, un jopo de cañavera como se diría en Benínar. No tiene otra ciencia tener una zambomba. Cuando se está tocando es fundamental tener la mano empapada en agua y por supuesto la tela.

Tocar la zambomba tiene tres fundamentos:
- Es tan solo, un instrumento para los villancicos.
- Es la que marca el ritmo, la que acelera o ralentiza la canción, la que da la entrada, la que remata.
- Es un instrumento que no es admisible en un conservatorio. ¿O sí?.

Una canción popular referida a dicho instrumento:
"La zambomba tiene un diente
y no puede comer pan,
sólo castañas y nueces
y turrón de mazapán.
Dale que le dale, dale a la zambomba,
dale que le dale, hasta que se rompa.
- La zambomba es un puchero
que ha nacido en Aragón
y el muchacho que la toca
tiene ganas de turrón...".

Que ya se me pasó el arroz para seguir tocando la zambomba. Que la toquen los más jóvenes. Que en Benínar no existía dicha tradición.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que royo,con la paliza que te había pegado y se me ha perdido.

era referente a un cesto que nos han regalado y María me dijo que cogiese del patio unas ramas de "boix grevol" acebo. Le dije que no y lo he llenado con una pandereta de madera y cuero unas maracas de calabazín y madera que vinieron de Sto. Domingo y de israel otro trasto de percusión (con cuero,también)y una flauta de madera que compre en Belén. Lo miré y dije: aquí falta algo...una zambomba!! recordé las de Almería con su tiesto,pellejo, carrizo y papelillos de colores...si Dios quiere, para Reyes habrá zambomba en el cesto...la compraré en Granada...de las que mas se ajusten a mis recuerdos, no como esas tan modernas, que describes en tu gracioso artículo.
Un abrazo para ti y para Santi (la amiga de Alba)

acuario dijo...

honbre. paco dejalla de tocar la zanbonba que esas cosas ya no son parati.eso selodejas. para la jente joben tu ya eres mayor para eso y pienso que ya asta setea orbidado.jaja.un beso para santi y otro parati otro para los dos niños
quetienes no tan niños pero es igual