sábado, 24 de abril de 2010

¿CRISIS?. ¿PARA QUIEN?.

En un pis paz he tenido que ir a Jerez la ciudad que tiene más habitantes que la capital a la que pertenece. Esta vez de acompañante y como siempre con una libretilla dentro del bolsillo donde he ido anotando (como vi en TV que hacia el escritor José Luis San Pedro) comentarios que después van tomando cuerpo hasta convertirse en casi dos folios cada uno de ellos.

El primero que he anotado es que la mayoría de los ganaderos de reses bravas que hasta ahora las tierras de su propiedad las tenían destinadas a la cría de ganado de lidia, les han colocado un puñado de generadores eólicos que multiplicando el kilovatio producido por los días de viento, se pueden permitir el lujo de levantar un dedo de los cinco de la mano y decirle a todos aquellos que pretenden suprimir las corridas de toros: “Tiriri, tirirí, los crio pa mí”.

Si los ganaderos de reses bravas le han instalado en su finca un buen número, muchos generadores eólicos, “la crisis que se les viene encima que en Cataluña no le compren seis toros de lidia en la temporada”. Pues “van apañados, … me refiero a los catalanes”. ¿Conocerán los miles y miles de personas que están intentado arruinar a los ganaderos de toros de lidia, para que nadie le compre sus reses a los ganaderos que no lo van a conseguir?.

Otro de los comentarios que aparece en la libretilla es sobre los dos pantanos que aparecen a ambos márgenes de la autovía que están llenos, a plena capacidad. “Igualito, igualito que el pantano de Benínar, que se encuentra a un tercio de su capacidad y sigue desembalsando.”

De todo lo escrito en el viaje, no hago más que darle vueltas a la palabra crisis. Como les afecta a los ganaderos convertidos en productores de energía eléctrica y la crisis de los chatarreros.

He vuelto a ver en vivo y en directo las mismas imágenes de los años setenta de las furgonetas, las más viejas del mercado, llenas de todo tipo de chatarra por dentro y otro tanto de volumen amarrado en el techo entrando en el puerto de Algeciras con dirección a Marruecos.

Aquellos que habían arriesgado su vida cruzando en patera el Estrecho de Gibraltar, habían encontrado un trabajo dentro de la construcción, se habían comprado un buen coche, que volvían a su tierra en el verano a presumir ante sus paisanos de vivir en una UE la de la opulencia, los que antes les daban un trabajo ahora se lo niegan y ya sus hijos no son ni de aquí ni de allí, pero donde les gusta estar viviendo es aquí y necesitan comer, vestir y cargar el móvil, etc. Muchos se los están pensando, tantos como furgonetas cargadas de chatarra llegan a Algeciras con destino a Marruecos para volver al oficio que mejor conoce el padre de familia: El trapicheo.

Como los viejos elefeantes africanos que tienen memorizadas las rutas aún los primeros africanos que llegaron tiene en su cabeza memorizado, los lugares donde se encuentran los contenedores, donde tiran chasis de bicicletas, neumáticos, ropa usada, donde se la venden por kilos de la misma forma que los zapatos usados.

Los expulsados de la construcción y además se les distinguen a la legua por tener la piel más tostada que los europeos, van conduciendo una furgoneta indultada del desguace, han tenido que volver a sus orígenes a la chatarra, para volver otra vez de nuevo a comenzar y esperar que la crisis no se siga cebando en ellos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Son tantos temas juntos, que casi tendré que coger yo también la libretilla...Tengo que reflexionar sobre todo lo que has escrito.

Tendrías que desaroyar cada uno de los puntos. Todo es muy interesante.

Saludos, Juan Gutiérrez.

pacomaldonado ruiz dijo...

Te he cotestado en parte con otro comentario sobre mi huerto.
Sigue escribiendo que lo importante es el contenido para los benineros aunque no quieran contestar o participar por lo menos les recordamos la memoria.
Saludos.