viernes, 12 de junio de 2020

Y sin tierra donde sembrar

Se decía en mi pueblo una frase: No siento que mi hijo enfermó lo peor es la reliquia  que le quedó.
Pasará todo lo que está causando el coronavirus como ocurrió con la gripe del 1918, lo peor entre (otras cosas) es el número de parados que deja. 

Una persona parada
su mirada no es normal
tiene la cara cambiada, seria,
le cuesta bastante
que le salgan las palabras.
Y sin tierra donde sembrar

Piensa que alguien se esta comiendo su pan
le hierve la sangre, sus manos no alcanzan la calma
sabe que la tiene cerca
pero no acierta donde atraparla
Y sin tierra donde sembrar.

Cuando sale a la calle piensa que los que le miran
se  fijan por que va vestido de ropa vieja y mal.
Siempre en guardia si no viendo escuchando
a los diablos cargados con armas para atacar.
Y sin tierra donde sembrar.

La sensación de no hacer nada
anuló cada día la sensación de tararear
la sonrisa espontánea, buenas tardes, !buenas ...!,
se le olvidó decírselo con el que se cruza,
con las manos en los bolsillos
no sabe si sentarse o caminar.
Y sin tierra donde sembrar.

Generación que rompió el vinculo con la tierra
ni sembró ni vio sembrar
la lluvia y la tierra, el sol, la luna
la siembra, la siega, la harina
el solo conoce y saborea el pan.
Y sin tierra donde sembrar.

Vivir en un bloque de pisos
no es lo mismo que vivir en una calle de un pueblo
Todos los que viven en la calle de ese pueblo
están pendientes todos de todos
te obligan a ejercitar la sonrisa y el hablar
en un pueblo tienes donde sembrar.

Pasan las horas, los días, los meses, ...
todavía, no te ha vuelto el tararear.
El paseo por la calles de una ciudad,
pasarán los días y no va a lograran.
Que el semblante, se te cambie
te lo cambiará la vida en al campo.
alguna de las cuatro estaciones
un insecto, una flor, una fruta. un olor, un sabor,
todo lo que guarda un huerto.

Cuando se tiene un huerto,
hasta vivir no es igual,
hasta andar ni se parece,
el horario de trabajo lo marcas el cielo.
La calidad de envejecer
no lo haces solo lo haces en una calle
o acompañas o te acompañan.

La frase tan célebre, tan significativa.
Yo escuche por primera vez en mi pueblo,
No le des un pez enséñale a pescar.
Darle comida a todos aquellos que están
en las colas del hambre
pero dedicarle un tiempo para enseñarlos a sembrar,
y no es que no existan espacios rodeando la ciudad
donde se puede sembrar

Ya termino acordándome de mis abuelos y abuelas.
Ellos murieron sin saber ni escribir ni leer
pero eran unos expertos en la siembra en general.
Sus descendientes, mis nietos y nietas saben manejar
todos los medios de internet,
pero ese conocimiento no les acredita que saben sembrar
que acaben en una cola del hambre.
En los colegios a los jóvenes se les enseña de todo lo moderno
pero no a sembrar a vivir la naturaleza, las estaciones,
a identificar los sabores, los olores, las texturas
a saber que desperdicios  se incorpora a la tierra o al mar. 



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