jueves, 18 de enero de 2018

Sobre el año 1950 María la Chota crea la primera ONG de La Alpujarra.

Maria la Chota inventa la primera  ONG en Benínar.   


Ahora resulta que se cultivan sanguijuelas para utilizarlas en cirugía.
Termina de llamarme mi hija por teléfono y darme unos argumentos que yo he sacado la conclusión que el tema era sobre las sanguijuelas y como todos los benineros, nuestro "metro  de medir, nuestra referencia para entender siempre de que nos están hablando es lo que vivimos en nuestra niñez y adolescencia en aquel pueblo alpujarreño, Benínar".
Recuerdo que en los meses de calor cuando íbamos a la fuente La Cañarroa, casi siempre se encontraba una mujer mayor que vivía en el barrio de Las Casas que se le conocía como La Chota, que estaba limpia que te limpia el caño de la fuente y alrededores. No sé si era obsesión por la limpieza o pánico a las sanguijuelas. Si alguien llegaba a por agua a la fuente  ella se retiraba y dejaba que llenase los cántaros de agua y una vez terminado el llenado se marchaba el aguador mientras que la mujer permanecía limpia que te limpia con estropajo de esparto el pequeño recinto de la fuente.
No se si es que se había propuesto eliminar las sanguijuelas para que los que acudíamos a por agua no entrasen en algún cántaro y por ello el riesgo que suponía que llagase a nuestras cantareras, a nuestra casa. A dichos bichos  les había tomado tal manía, que la mayor parte de su tiempo aquella mujer lo dedicaba a su eliminación por el pánico que representaba en ella o por altruismo. ¿Acaso solo existen personas en la actualidad que ahora se marchan a países extranjeros a ayudar  formando parte de una  ONG o esta forma desinteresada de ayuda se remonta a más atrás?.  Quiero pensar que aquella mujer se desvivía por ayudar a sus paisanos.
No siempre tuvimos en el pueblo un médico que viviese para dar un diagnostico ni mucho menos disponía de medios para identificar de que enfermedad se trataba ni existían estadísticas a disposición de los doctores para el pronóstico. ¿Quizás aquella mujer mayor tenía un don especial que percivía el mal que ocasionaban aquellos bichos?. Aquella mujer solía aconsejar al que iba a por agua y había escuchado que algún familiar suyo estaba adelgazando de forma progresiva: Que esté todo un día comiendo nada más que bacalao (recordamos que este pescado llegaba al pueblo en salmuera) y al día siguiente se le pone un recipiente con agua en la barbilla sin que llegue a bebérsela. El bicho sediento aparece en la boca que es cuando se le atrapa extrayéndolo y por ello ya la persona libre de aquel percance. Otros benineros alegaban que "aquellas personas que habían muerto por tal motivo en el velatorio se le  solía inflamar el cuello de forma anormal e incluso asomar la cabeza por la boca del difunto".
Las solitarias: “sanguijuelas que se había tragado bebiendo agua en alguna fuente algún beninero, se habían pegado a cualquier parte del aparato digestivo y allí comenzaba a chupar sangre y engordar hasta que al que se la había tragado le quitaba la vida”. A aquellos paisanos que estaban muy delgados o delgadas siempre se nos ocurría decir: “Seguro que se ha tragado una solitaria – para aquellos alpujarreños aquella forma rápida de adelgazar  eran sanguijuelas y punto – al beber directamente del chorro donde cae el agua en cualquier fuente del término municipal del pueblo”.
Otra forma de identificarlas era para reflejar que una persona se  estaba empobreciendo demasiado de prisa y se solía decir: “Vas a la ruina al aprovecharse de ti,  es una sanguijuela que te chupa tu fortuna hasta dejarte tan pobre como las Ánimas Benditas”.
Después que mi hija me dice por teléfono desde Inglaterra: “esta noche he tenido que poner unas cuantas (…) – no recuerdo como ella las nombra desde el punto de vista científico a las sanguijuelas – y la noche ha sido bastante movidita en el hospital”. Un chaval se cogió un dedo con una puerta y había que cortárselo  a no ser que un medicó decidiese de aplicar, la técnica de las sanguijuelas. En dos días el dedo estaba para sacar la conclusión que el dedo no era necesario cortarlo.  No he dejado de pensar en “aquellos bichos en forma de gusanos” que intentaba eliminar aquella paisana de nuestra  fuente. Incluso he sacado dos conclusiones una sobre mi bisabuela y otra sobre mi padre. “Encuentro una aclaración  de la muerte de mi bisabuela que cuando era pequeño me decían”:  Empezó a adelgazar y adelgazar hasta que una noche se comió un plato de caracoles y a la mañana siguiente la encontraron muerta con apenas cuarenta años. La otra conclusión, la de mi padre, es: La rozadura de un zapato le creó un moratón que fue creciendo hasta que después de unos cuantos meses de dolores y de idas y venidas al hospital nos dicen que ya es gangrena y que era necesario cortar el pie. La técnica de la sanguijuela seguro que le hubiese eliminado aquella cantidad de sufrimiento.
Lo lógico es que en aquel pueblo alpujarreño  llevaba consigo el ir adelgazando conforme iban entrando los años. Se solía decir: “cada año un kilo menos”. Pero aquella forma de adelgazar “era lo lógico o lo que aceptábamos por ser la forma de vida y el medio en el que nos desenvolvíamos”. Pero este adelgazamiento imparable de aquellos alpujarreños que se consideraban jóvenes es tema para desarrollar en otra ocasión.
He encontrado cosas interesantes en:
 http://hirudopuntura.com/documental-desagradable-pero-sano/
Se utilizaron en la antigüedad y han vuelto para quedarse. Desde el antiguo Egipto, las sanguijuelas fueron medio de tratamiento medicinal para afrontar diferentes patologías y ahora, en la actualidad, han sido recuperadas como perfectas aliadas de los cirujanos
Las sanguijuelas se han convertido en un tratamiento habitual para el departamento de cirugía maxilofacial del hospital tarraconense Joan XXIII.  Las sanguijuelas, “ pueden salvar la intervención quirúrgica en más de un 80%”, explica el doctor Mateos.
Existen casi 700 especies de sanguijuelas y sólo la hirudo medicinalis cumple los requisitos para los tratamientos médicos a los que nos referimos. Son cultivadas y criadas en laboratorios específicos del Reino Unido y Estados Unidos.

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