En el último encuentro en el mes de abril en el Cerro de las Villas, ha sido totalmente diferente a todos
los demás. La diferencia esta vez es que de un momento a otro se esperaba la
lluvia. Al vernos en nuestros cerros, los que nos vieron corretear cuando niños,
en aquellos momentos la Tierra y el Cielo nos regalarían la lluvia y nos llegaron los mejores recuerdos. Supuso revivir las espigas, desde su siembra a la era,
de la era hasta los atrojes, el molino y convertido en harina, masa de pan en
la artesa. En aquel tiempo la lluvia representaba el tener agua en el verano, que no se secaran las
fuentes, que el agua de la acequia de la vega llegase hasta el último bancal de
toda la vega del pueblo. La abundancia de los alimentos en los huertos. Que
funcionaran todos los molinos de harina, que la gente joven se bañase en el río
y que nuestras madres no recorriesen kilómetros cargadas con las canastas de
ropa para encontrar donde lavarla. Agua
en abundancia que eliminaba en aquel año los enfrentamientos entre los que
regaban y los que no regaban. ¡Dios!. El agua evitaría las caras serias, las
malas contestaciones, las enemistades, vecinos que no se hablaban, en fin,
amargura y tristeza. ¡Agua abundante en abril que todo lo demás es cuento!.
Como siempre ocurría, cada vez que se
llegaba al pueblo, se salía a la calle, se miraba por la ventana, se miraba al
Cielo, si estaba cubierto de nubes, el
mes de abril nos hacía el mejor de los regalos. Como me ocurre a mí en estos
momentos que me estoy acercando a mí tierra, a mi pueblo.
Qué más da que para elaborar estas
líneas no recurra a las estadísticas de cuantos litros por metro cuadrado caen
en la zona, de la Baja Alpujarra Almeriense. Qué más da que cite cuantos litros
de lluvia se registraron en este mes dentro de uno de los años más secos que se
recuerda. Qué más da citar, de todas las veces que nos citamos en nuestro valle
cuantas veces en ese día de encuentros (de los tres o cuatro en el año) estuvo
lloviendo. Qué más da justificaciones estadísticas, si mi instinto de ser vivo
presiente que de un momento a otro va a llover.
Bajado del coche y una vez en el lugar
citado, lo grandioso, era contemplar desde la amplia balconada del camping construido
en la cima de una montaña, unos cuantos (los suficientes para gozar por el mero
hecho de compartir) estábamos viendo como aparecía la cortina de lluvia por
donde siempre aparecía en Benínar, por el Cerrajón de Murtas. Como sale un olé unánime en una plaza de
toros, la frase nos sale a casi todos a la vez: “!Qué buen día para buscar
caracoles!”.
Por citar grandes personajes y grandes
pronunciamientos que en cierta medida viene a cuento:
Roberto Miguel Palomino de la Gala de la UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN MARCOS DE PERÚ LA DECANA DE
AMÉRICA.
La desnutrición crónica en la
niñez, aumenta la vulnerabilidad en la adultez de contraer males cardíacos,
infartos, diabetes y otras enfermedades crónicas y posiblemente también
obesidad.
Por eso, como consecuencia de la creciente demanda mundial de alimentos y sobre todo de proteínas de origen animal de alta calidad y bajo costo, se debe recurrir a nuevas fuentes alternativas de producción y la cría de caracoles terrestre (Hélix aspersa) es una de ellas.
Por eso, como consecuencia de la creciente demanda mundial de alimentos y sobre todo de proteínas de origen animal de alta calidad y bajo costo, se debe recurrir a nuevas fuentes alternativas de producción y la cría de caracoles terrestre (Hélix aspersa) es una de ellas.
Pues
sí, los que nos mirábamos nos acordamos de los caracoles serranos que aparecían
en aquellos días de lluvia y que la mayoría de los niños y jóvenes corríamos a
los secanos a cogerlos. Mira por donde, después hemos sabido que era una de las
pocas veces que entraban proteínas por
las bocas de un gran número de beniner@s tan solo en los días de lluvia.
Qué más
da en aquellos momentos el recordar en aquel encuentro, quien comía o no comía en los años
de las hambres que en La Alpujarra fueron muchos y en Benínar unos cuantos; lo trascendente en
aquellos momentos es que estaba lloviendo.
El
placer para todos los paisanos cuando aparecía las lluvias en abril no era solo
de encontrar el mayor número de caracoles, para otros era agradecer al Cielo
las lluvias. “El pan nuestro de cada día”, en los año que llovía se cumplía.
Termino
diciendo a aquellos paisanos que decían, discutían y creen que los caracoles seranos han
desaparecido del Meloncillo, de Las Coscojas, del Cucanal, (…), de todos los
que eran los secanos de Benínar, culpando, con el argumento: “Los caracoles son
los jabalíes se los que se los comen”. Dicha teoría no tiene fundamento, lo
comprobé cuando terminó la reunión y dediqué parte de la tarde a andar por los
cerros. Pude comprobar que los caracoles desaparecieron en el mismo momento que
apareció en aquel valle una avioneta
fumigando los pinos para eliminar la pasionaria sin pensar en los caracoles
serranos. Me pregunto: ¿Nada más eliminaron de aquel valle esas dos especies?.
3 comentarios:
Cuantas cosas has contado en tan pocas palabras Paco.
Pude ver con mis propios ojos como por la cuesta de la caseta, tanto por la mañana como por la tarde había bastante gente buscando caracoles.
Sería posible saber si hay caracoles serranos por las Lomas, el cortijo dña Luisa o la veguilla Aguilar??
O dicho de otra manera: si hay caracoles serranos por los parajes en donde las avionetas no fumigaron.
Los que viven por la zona, seguramente nos lo podrían confirmar, y así sabríamos si estas en lo cierto.
En los alrededores de Berja encontramos caracolillas gitanas (blancas blancas y con la carne negra desprendiendo un olor desagradable, pero que hacían un caldillo delicioso)como las que se cogían en Benínar.
Saludos; tambien para tu esposa.
Juan Gutiérrez.
Por más vueltas que le doy para encajar una contestación más o menos acertada a tu comentario, sobre cómo se encuentra en la actualidad la tierra que nos vio nacer, siempre la comparo con el ayer. Casi todos mis argumentos sobre aquel valle donde se encontraba Benínar, lo que permanece en nuestros recuerdos, en nuestras retinas, es el río, su vega, y los secanos llenos de sementeras, de almendros y de olivos centenarios. Dentro de poco tiempo, (sobre todo para la gente joven), Benínar para todos los almerienses y vecinos, cuando se le pida que la describan será un pantano y un pinar más como tantos otros en la península.
Saludos para todos.
Aquí estamos nosotros para dejarlo escrito (mas o menos bien).
Entre todos, hemos aportado tantos datos, vivencias y emociones al blog de Plaza y en los blogs integrados en el...Que quien quiera tiene información de como era nuestro pueblo y de muchas cosas y vivencias.
El otro día bajé y bajé (en el blog) hasta mayo del 2008. No tiene precio todo lo que se ha publicado sobre nuestro pueblo y temas relacionados con el. Y si Dios quiere, seguimos y seguimos...
Un abrazo. Juan Gutiérrez.
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