sábado, 13 de octubre de 2012

CADA MAESTRILLO CON SU LIBRILLO





El mes pasado, todo el día en Cádiz para que disfrutase una hija de nuestra Eugenia Doucet, Susana. En el recorrido cada dos por tres me encontraba con un cartel que decía: “Juanito este es Napoleón Bonaparte. Napoleón este es Juanito”. El encuentro era el día treinta y ese día tenía yo que estar en Cádiz y si era posible en primera fila para presenciar el encuentro. Pregunté a unos y a otros que me encontré por la calle  el lugar de dicho encuentro de Juanito con el francés.  Nadie me dio norte. Pensé que una vez en casa consultaría en internet dicha información que me obsesionaba. Los gaditanos saben vender las imágenes y las palabras como nadie. Los canadienses no entendían ni mi obsesión por mi incesante pregunta ni les interesaba lo más mínimo ni el doscientos centenario, ni la Papa, ni Juanito, ni Napoleón, (…), hasta que encontramos un tema de conversación: Christopher Columbus. No había forma de bajar del burro a los canadienses que como se llamaba aquel que descubrió las Américas era Cristóbal Colón y en aquellos momentos me deje llevar por la historia que mis acompañantes me contaban, que a ellos le enseñaron en la escuela. En Cádiz ni se debe ni se puede discutir casi por nada, lo que refleja la palabra se puede contemplar casi de golpe a la vuelta de cualquier esquina.
Decía Susana y su marido: “Christopher Columbus cuando llegó a Canadá, se encontró que habían indios, noruegos y hasta chinos”, … “Llegó allí porque los franceses participaron”, … “Tanto él, Columbus, como sus acompañantes intentaron ayudar e incorporar en las vidas de los que allí ya estaban”, … En el viaje de vuelta salió el tema de Gibraltar y en esta ocasión al considerar yo que los gibraltareños son unas moscas cojoneras, cada uno de sus argumentos sobre los llanitos, aunque estén dentro de la Comonguel y sea su graciosa majestad la misma para los dos, me quite el gusanillo.   
¡Caray!. A mí, (el que escribe), que me habían enseñado que Cristóbal Colón, salió de Huela y llegó a Centro América, en concreto a las Bahamas,  y, en vez de subir lo que hizo fue bajar a lo largo del continente, nadie me dicho que el almirante llegase hasta Canadá.
Ya que me encuentro en casa y sé el verdadero significado del cartel de Juanito y Napoleón , (que  fueron colocando por toda Cádiz capital con la intención de “Homenaje al Maestr@”), no entiendo como dichos maestros (al gremio que he pertenecido) se dejan “manipular” y enseñan a las generaciones que tienen ante ellos sobre la HISTORIA lo que le interesa en esos momentos a los que gobiernan. A los españoles nos las contaron de una forma, a los de la Comonguel, tal y como me lo contó la canadiense Susana y es de suponer que cada país de América tendrá su versión según sus intereses de dicho personaje. Me pregunto: ¿Habrán incorporado los catalanes a los libros de texto que Cristóbal Colón pudo salir de Huelva gracias a la financiación de la  burguesía catalana?. ¡Ohu!.
Preguntaré a mis paisanos, a los de mi edad, los que se marcharon de Benínar, de La Alpujarra de Almería  a Cataluña, que  tienen en estos momentos sus  nietos en la escuela (ahora que tienen los catalanes plenos poderes en todo lo referente en la educación) sobre cómo les enseñan la Historia (“los que se nombran los poseedores, los dueños  de la tierra”) a los infantes que tienen ahora en sus centros escolares las verdaderas razones por la que sus abuelos se marchasen de Andalucía a otros lugares de España.            

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