jueves, 2 de febrero de 2012

LLEGAN LAS TECNOLOGIAS A BENÍNAR.

Mira que cuesta que llegue “lo que llamamos progreso” hasta La Alpujarra. Tomando como referencia el tren que se puso en funcionamiento por primera vez en el 1834 entre manchester y liverpool, que llegaría a España en el reinado de Isabel II, aun no ha llegado a La Alpujarra. ¿Se les ha pasado por la cabeza?. ¿Se habrán planteado los políticos salidos en las urnas en el año 2011 que el tren puede ser la solución para que llegue el progreso a la otra vertiente de Sierra Nevada la que corresponde a La Alpujarra?. La cara y la cruz. En una sierra, el llamado progreso se desarrollo a tope en una y la marginación en la otra. La otra, la cara sur, permanecio al margen desde siempre y como siempre de la otra, la rica la visitada.

El tema sale a colación al comprobar que visitar dicha zona aún las comunicaciones, la mayoría de los trazados de las carreteras corresponden a los trazados planteados en tiempos de Primo de Rivera, por decir una fecha aproximadamente. Que alguien me desmienta y le acompaño con un metro para medir el diámetro que tienen los árboles que crecen en las cunetas. Por los mismos tramos y curvas por donde pasara Gerald Brenan.

Para que llegue el progreso a cualquier región, primero tiene que llegar la electricidad y para ello me centro en mi pueblo alpujarreño.

Aún no encontré la fecha en concreto de cuando llegó la luz eléctrica a Benínar. Es de suponer que llegase sobre el 1933, que es cuando se fusionan todas las pequeñas compañías de la zona y se forma la compañía encargada del suministro de electricidad con el nombre de Hidráulica de Las Alpujarras.

A pesar de la aparición de la luz eléctrica en Berja el 1899, (a tan solo catorce kilómetros de distancia por carretera con todas las curvas del mundo, que en línea recta serían cinco kilómetros más o menos) no llega la electricidad a Benínar hasta que pasen unos treinta años. Significaba una inversión que aportaría escasísima rentabilidad, puesto qué, los benineros solo necesitaban una bombilla al final de un cable que la trasportaban de un lugar a otro como se llevaba el candil o el quinqués hasta aquellos momentos.

Esta forma de tener en casa corriente eléctrica ha quedado reflejada por un beninero (Juan Gutierrez jubilado a últimos del año pasado) que terminó por marcharse toda la familia a Cataluña a finales de los sesenta. Decía Juan: "Por un agujero en el techo se pasaba la bombilla de la planta baja a la superior".

¿Qué podría pagar el Ayuntamiento de Benínar de luz, cuando poco tiempo antes de la desaparición del pueblo, la facturación de energía eléctrica consistía en una docena de lámparas incandescentes como alumbrado público, dos lámparas en las dependencias municipales, una en lo que se consideraba la cárcel y las dos lámparas de las escuelas, masculina y femenina. Total, 17 lámparas de cuarenta vatios. La casa del que escribe, C/ Real nº 23, que se podía encuadrar como vivienda media cuando se hizo el contrato de la luz con la compañía x, se contrataron cinco puntos de luz y por ello se le colocó un contador, los que solo contrataban un solo punto de luz, se le pasaba una factura fija por una cantidad determinada sin colocarle ningún contador.

Con éste consumo de energía eléctrica por vivienda haber que empresa realizaba una inversión de llevar la luz eléctrica a cada uno de los pueblos de La Alpujarra. Imaginen cuando llegó la luz eléctrica a la mayoría de los cortijos de la Contraviesa o de La Alpujarra.

Los enchufes eléctricos aparecen casi dos décadas y media después en los pueblos alpujarreños, cuando llega la radio y otra década después cuando llega la televisión y puede que llegase a la par el frigorífico. Es decir, en tan solo un diez por ciento de las viviendas de Benínar, tenían enchufes eléctricos, exagerando porcentaje.

En el 2010, el que escribe pudo comprobar que en todos los pueblos que se encuentran en la comarca del Andarax, aun no era rentable montar en los bares o en las tabernas de los pueblos uno a más ordenadores a disposición del público. Cuando pregunté la razón me contestaron que los que llegan de fuera son escasos y los que viven en el pueblo no lo solicitan. En el balneario donde me alojaba cada hora me costaba un euro.

¿Cuándo llegaría la penicilina a Benínar o a La Alpujarra?.

Nota:

Consulté:

- - De Donato Gómez Díaz y José Miguel Martínez López lo publicado.

- - La enciclopedia Wikipedia.

- La biblioteca digital de la Diputación de Almería.



ia.

-

2 comentarios:

paco maldonado dijo...

Después de escribir lo anterior me encontré:
El 27/11/1911, nace en Almería el periódico con el nombre de ESTRATÉGICO, con domicilio en C/ Real nº 80. Sale semanalmente cuesta la suscripción una peseta.
El 8/07/1912, aparece con la siguiente editorial:
SOLUCIÓN AL PROBLEMA DE LA MISERIA REGIONAL.
Ferro-carril de Torre del Mar a Zurgena.
Marca el trazado que pasa por Ujigar, Cádiar entre otros pueblos del centro de La Alpujarra.

En fin, lo de reclamar el ferrocarril para La Alpujarra aparece justo hace un siglo.

Anónimo dijo...

Yo había visto enchufes enroscados en la misma "perola" de la bombilla.

Saludos, Juan.