viernes, 7 de enero de 2011

COSECHA DE AJOS.

Hoy me he encontrado con Clarica que entre suspiros me dice:

- Mi madre ya muy mayor termina de caerse y romperse la cadera y por ello está hospitalizada, mi marido tiene un cabreo de mil pares de demonios al tener planificado jubilarse como funcionario este año, pero, como la ley (…), le dice que son siete años más, ... La cara se le transforma y continúa: ¡Pero!. Mi hija ha parido unos gemelos, que es una bendición del Cielo. Su nacimiento nos ha transformado.

En Benínar, en la Vega Murciana, (…), y hasta en Estambul, se decía y se tiene que seguir diciendo: “Días que pasan de enero kilos de ajos que pierde el ajero”. ¿Qué comida de todo el arco del Mediterráneo no comienza con un refrito y que refrito no empieza con unos cuantos ajos?.

El ajo como el aceite de oliva es la base de toda LA DIETA MEDITERRÁNEA DECLARADA PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD desde el pasado mes de noviembre.

Eugenia doucet desde canada me manda la siguiente receta:

Paco, “Que mensajes tan maravilloso últimamente estoy repartiendo”.

“Últimamente la vida me parece mejor porque tengo mejor salud.
Por los signos que me dan mis hijos amigos y todos los que rodean. Bueno también hago trabajo con los Veteranos que viven en otra parte de este edificio, son personas impedidas que no pueden valérselas por ellas mismas.. De 2 a 3 horas junto con cuatro mujeres lo dedicamos a escucharlos, a cogernos de las manos, a darle y arrancarle sonrisas, pero sobre todo a hablar con ellos sin medir el tiempo. Al salir me gustaría que vieses la cara de satisfacción mía y de mis acompañantes. En un principio creíamos que nosotros íbamos a dar (…), pero no es así, digamos que al final empatamos en satisfacciones los visitados y los visitantes. Son las únicas visitas que reciben a lo largo del año. He vuelto a ponerme delante del ordenador y las musas me visitan y juntas volvemos otra vez a escribir como cuando estaba en la casa de Andrés el Regalado en Benínar y de allí salió el libro: “Vivencias en la Alpujarra. He pasado las Navidades en la casa de Suzanna y la de Conrad. Raymonde y Caro y su hijo han pasado las fiestas con Magdalena y su marido. Saludos de cada. Un abrazo. Con cariño a todos aquellos beninerillos que cantábamos en la puerta de Juan y Carmen mientras que Marícarmen su hija tocaba la guitarra. Eugenia

Eugenia, una persona muy cerca de los noventa años, con once hijos, con cerca de treinta años vividos en España y con una fortuna, que no se mide en dólares canadienses ni en Euros. Su herencia se mide en “ajos”, (enlazando con el dicho Mediteráneo). Su fortuna se mide en tiempo de escucha a los que necesitan ser escuchados, en coger las manos a las que ya habían descartado apretar una mano que transmitiese calor, a llevar todo artilugio de labranza capaz de labrar la mente de los desahuciados para que broten sonrisas en rostros que parecían estériles, (…). En ser coronada como reina cada vez que la familia Doucet se reúne en cada una de las conmemoraciones que marca el calendario.

Una mujer canadiense que posiblemente aprendió (escuchó lo de los ajos) en la Alpujarra, en Benínar y sacó la conclusión que los besos, abrazos, sonrisas, caricias, (…) todo lo positivo, la cosecha de este año hay que gastarla en todas las comidas y en enero sembrar para la cosecha del año próximo. Los ajos no nos valen de un año para otro. No los podemos guardar para aumentar nuestra herencia. Los ajos de un año para otro se pudren. O se gastan durante todo el año o se siembran.

Al pedir autorización a Eugenia sobre el escrito ella me puntualiza:


“Los veteranos son soldados de la segunda guerra mundial. Tienen que estar enfermos para entrar donde están. La planta prueba tener diversión cada día para ellos porque la salud mental, es tan necesario que los cuidados físicos. Todos tienen más de 80 anos, y bastante tienen más de 90. Vamos el sábado de las 2 a las tres, hacer lo que podemos. También aquí, Paco, pruebo dar a otros lo que me ha dado una persona cuando he llegado aquí....una sonrisa cada vez posible. Cada uno aquí tiene una pena, física o mental. Creo que si todavía estoy aquí es porque hay algo que tengo que hacer antes de irme. Tú tienes razón en tu conclusión con tu ajo. Tus palabras me han emocionado.
He llamado a la casa de Juan el de María, el padre de Mari Carme. He hablado con él y con Carme. Que recuerdos tengo.
Felices fiestas hoy”.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En la próxima le das recuerdos a Eugenia de Maria y míos. Cuando nos casamos le regaló a María una cruz, hecha con un hueso de melocotón, que María conserva con mucho cariño.

Saludos, Juan.

paco maldonado dijo...

En un privado del foro te mando su correo.
Saludos.

acuario dijo...

paco cuando ables con la familia de Juan el de Maria lesdas un beso de mi parte paratodos saludos

paco maldonado dijo...

Alguna vez que otra suelo visitar a su hija que vive cerca de mi hermano cundo estoy en Almería.
No te mando su teléfono al no encontrar la libreta donde guardaba los teléfonos de los beniner@s.
Un beso.