Este año ellos no estaban. Los que se
dejaron la piel en el camino en ayudar en todo lo que estaba en sus manos a sus
paisanos. Los que nos han enseñado a los benineros la honradez, que el ser buenas
personas está por encima de todo.
Escuchando las sevillanas de Amigos de Gines en sus
cuarenta años de historia casi los mismos que Benínar fue desalojada, para la
construcción de la presa parece como si este grupo compusieran estas sevillanas
pensando en la familia de Juan el de María de Benínar. Escuchando las sevillanas de los
amigos de Gines: Vivan las buenas personas
que vivan las buenas gentes
que vivan las buenas gentes
esas que nunca traicionan
esos que nunca te venden
Siempre que escucho una canción lo asocio a una situación, a un determinado momento. Pienso que su letra siempre le cuadra a una o varias personas como un traje a medida. Siempre que escucho estas sevillanas me acuerdo a la familia Juan Cuerdas para los benineros, Juan el de María.
Les toca vivir en el momento justo que
llega al pueblo el teléfono, que se lo montan en su casa, si o sí. Pero no era solo para
ellos, (particular) era para el pueblo entero donde su mujer, Carmen cada vez
que sonaba tiene que salir corriendo por las calles para avisar a quien
reclamaba el dichoso trasto. Carmen es la “conserje” de todos los beniner@s
aunque todo ese esfuerzo es de forma altruista, ni recibe un sueldo de la
administración, ni incluso un plato de arroz con leche, o el pucherico de morcillas de la matanza como agradecimiento por
parte de nadie.
He escrito lo de conserje, al ejercer su marido de alcalde y por tanto al no existir
secretario (siempre ausente) pues allí estaba Carmen para lo que fuese menester, para dar
información y ayuda al que lo necesitaba. Además la señora del alcalde
siempre fue y lo sigue siendo cristiana de las que lo ejercen en Aguadulce que
es donde están viviendo.
Continuo con lo que cantan los Amigos de
Gines
Todo lo das sin fijarte, y nunca llevas la cuenta
vas derramando tu alma
sin ver a quien se la entregas
Vivan las buenas personas
que vivan las buenas gentes
que vivan las buenas gentes
esas que nunca traicionan
esos que nunca te venden
Juan es nombrado alcalde por el Gobernador Civil, y le toca los peores momentos por los que va a pasar su pueblo ya que está proyectado la construcción de una presa y que sus habitantes tienen que marcharse para siempre.
Todo lo das sin fijarte, y nunca llevas la cuenta
vas derramando tu alma
sin ver a quien se la entregas
Vivan las buenas personas
que vivan las buenas gentes
que vivan las buenas gentes
esas que nunca traicionan
esos que nunca te venden
Juan es nombrado alcalde por el Gobernador Civil, y le toca los peores momentos por los que va a pasar su pueblo ya que está proyectado la construcción de una presa y que sus habitantes tienen que marcharse para siempre.
Con los terrenos comunales, con
certificaciones, con declaraciones juradas, con ponerse de acuerdo con los
tasadores de tierras y casas, etc., (era el único representante legal del
pueblo) y pudo haber puesto precio a ese trabajo realizado. Pues nada de nada. Con
el pasado el tiempo siempre aparece algún disconforme que termina por “soltar
sapos y culebras por esa boca que tos tenemos” de alguna equivocación en la que
le afecto y por eso protesta.
Pues Juan Cuerdas, su esposa Carmen y
sus hijas siempre han estado en primera fila siempre que se han reunido los
benineros y siempre fueron respetados y siempre le manifestaron todo el pueblo
el afecto y el cariño.
De una forma muy especial y particular
como olvidar aquellas tardes de verano en su puerta, ya casi ido el sol, el que
escribe, con los Fernandez y los Doucet, Maricarmen tocando la guitarra y todos
cantando a coro: Por un Sorbito de Champán y Clavelitos. Bueno casi todo lo de
Mocedades, Raphael y la tuna. Aquellos momentos no los he vuelto a vivir a
pesar de llevar treinta años en un coro rociero en este lugar al sur del sur de
Andalucía.
Cada vez que escucho lo de los políticos
corruptos Juan el de María me demostró que todos no lo son. Existen políticos
honrados.
Cada vez que escucho que “la pela es la pela” Carmen la Cojayera me
demostró que a lo largo de muchos años se puede servir a toda una comunidad de forma
altruista y sentir la satisfacción de ser útil dentro de tus posibilidades.Vivan las buenas personas
que vivan las buenas gentes
que vivan las buenas gentes
esas que nunca traicionan
esos que nunca te venden
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