La última vez que estuve en
nuestra tierra Almería (que tan solo hace unos días no puedo pasar mucho tiempo
sin respirarla aunque huela a invernadero, menos, que como olían al principio
los puñeteros ) como siempre llego a casa de mi hermano y nada más llegar, nos
incorporamos a su grupo de amigos y hay un paisano que nada más verme, desde
lejos grita: ¡miarma!. Mira que le dije que yo vivo en la provincia
de Cádiz y en la capital la palabra que más se utiliza es: ¡picha!. Los “miarmas” son los de
Sevilla y los que vivimos en Algeciras
se nos identifica como los “especiales”. Pero nada,
no quiere corregirse y me tiene asociado
con el otro extremo de Andalucía que según el menda, casi toda Sevilla vive de
lo que sacan de los invernaderos de Almería. No hay forma de convencerlo que
una cosa son los políticos y otra es la riqueza agrícola tanto de acetite, semillas destacando sobre todo el que produce Sevilla. No quiero ni pensar lo que saldrá de la boca
del amigo de mi hermano, cuando ha escuchado que: “Todas las provincias
están representadas en consejerías en el Gobierno de Andalucía menos los que
somos de Almería”.
Seguro que cuando reflexione la
nueva presidenta, seguro que dice: ¡Anda, pues verdad!, no caí en la
cuenta. La cuestión es que tal “marginación”, ya no tiene
arreglo.
Yo que estuve un año interno en
el diocesano y después en la escuela de formación, he mamado (como se suele decir en Cádiz para ser un buen gadita) de todos los acontecimientos de mi capital y cuando salí de Almería al terminar
la carrera, al casarme, por no encontrar trabajo como tantos de los de mi generación. Cada vez que llego a mi tierra, tengo que darle la
razón al amigo de mi hermano, que cada vez mis paisanos quieren tener unos
carnavales como los que tienen Cádiz, una feria como la que tiene Jerez y una
Semana Santa como, …. En mi adolescencia y juventud, Almería tenía
una feria, unos carnavales y …, tantas cosas que merecían en
aquellos tiempos“un
suspenso o un necesita mejorar”. Todo lo que ha ido mejorando en
dichos acontecimientos populares fue copiando del resto de las provincias de
Andalucía. Dicho copieteo, todos los años, me indignaba, me cabreaba, pero con
el tiempo lo fui asimilando y comprendiendo por la labor ejercida por la RTVA,
la parte educativa. La fue realizando bien (bajo las directrices de los
políticos sevillanos) y cada vez Almería se parece más a la “Andalucía
global”,
¿ sin perder su identidad por supuesto como la tierra de las tres cosechas?.
Cuando en el mes que viene
vuelva de nuevo a mi tierra, seguro que nada más pasar El Lance de la
Virgen, escucharé una voz en forma de
trueno que seguro grita:
"¡miarma!. Para que luego me digas que
no tengo razón”.
¿Almería no tiene nadie capacitado para ser consejero?. Yo acacharé la cabeza y
miraré al suelo, porque no soy una persona
que entre a la ligera a la discusión y me parece que de Cádiz tenemos
dos consejeros (“que
es lo que afecta a mis hijos yo ya estoy jubilado”). Además pensándolo
bien, el tener un consejero no va a mejorar la producción, comercialización, ni
el precio de los tomates de invernadero.
Que le quite el sueño. Que le
remuerda la conciencia, a la presidenta.
El remordimiento le haga titubear en los
discursos, por no nombrar un consejero de Almería, y el amigo de mi hermano que
me diga “miarma” , “picha”o “especial”. Me da
igual. Como se respondía en Benínar: “Si lo dicen que lo digan, no fuendolo”. No estoy dispuesto a discutir con el menda (el
amigo de mi hermano) de las rivalidades existentes entre provincias andaluzas hasta
que no vuelvan otra vez las elecciones de Andalucía ni por supuesto argumentar
sobre los carnavales de ninguna parte.
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