Los que de
jóvenes entramos en el corral de Pepe el Regalao tenemos impregnado en el
sentido del olfato aquel olor especial a anís que tenía dicha cuadra como el
parecido al entrar a la taberna de Antonio Campoy. Por más que permaneciese abierta
aquella puerta (sobre todo cuando estaba habitada aquella casa por Dolores la
de Tomillo) cuando las mujeres acudían a lavar en aquel lavadero alimentado por
una de las pocas balsicas que había en Benínar, aquel recinto siempre olía a
anís.
Ningún
objeto llegó a estar colgado de sus paredes que relacionase aquel lugar con una
destilería. ¿Dónde estaría aquel alambique?. Hasta las semillas de anís no recuerdo
que naciesen en la vega de Benínar. El olor quedo incrustado en sus paredes
como testigo después de trascurrir casi un siglo.
Es de
suponer que aquella empresa dejó de funcionar en aquel tiempo en que apareció
en la Contraviesa la filoxera en el 1883, en la que, desaparecen todos los
viñedos de casi toda la cuenca del Mediterráneo y por lo tanto del Cerrajón de
Murtas y de Laujar que sería de donde llegaba la pulpa después de sacar el
mosto a las uvas.
Aparece en
Plaza de Benínar:
“Cuando apareció la filoxera, los agricultores apenas podían hacer nada para
combatirla. Se provó inundar los campos con agua para que el animalito muriera
ahogado. Evidentemente, esto sólo funcionaba en zonas de regadío. Gracias
precisamente a ello, las parras de la uva del barco de Almería pudieron salir
relativamente bien de la plaga. En cambio, las viñas de secano de la
Contraviesa, quedaron extremadamente dañadas. Se calcula que en el triángulo
Castell de Ferro, Lujar y Rubite, en especial, junto con zonas anexas, estaban
destruidas la friolera de 40.000 Ha de vides. Estamos hablando de millones de
cepas completamente "achicharradas" por el dichoso bichito”.
Es de
suponer que dicho establecimiento lo pondría en funcionamiento el padre de
Andrés, (que conocimos los de mi generación) que ya éste cuando se vuelve a
replantar todas las vides de la zona no vuelve a reflotar la empresa.
Lo que sí es
cierto es que los nietos de aquel Regalao de la destilería sus vidas las
enfocaron (siendo por supuesto los pioneros benineros en conseguir una carrera
universitaria) a otros menesteres.
¿Dónde estará aquel abogado que desarrollo su
profesión en Madrid?. ¿Dónde estarán los descendientes de aquel nieto del
Regalao que consiguió dos carreras, la de maestro, la de enfermería y lo más
destacado ser alcalde de Roquetas?.
Aquella
vivienda llegó a ser alquilada por la familia Doucet cuando estuvo viviendo en
Benínar y recuerdo a Eugenia que después de permanecer lavando en aquel recinto,
cuando salía de aquel recinto, me decía: Mi ropa huele a borracha.
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