viernes, 17 de mayo de 2013

Mi ropa huele a borracha.





Los que de jóvenes entramos en el corral de Pepe el Regalao tenemos impregnado en el sentido del olfato aquel olor especial a anís que tenía dicha cuadra como el parecido al entrar a la taberna de Antonio Campoy. Por más que permaneciese abierta aquella puerta (sobre todo cuando estaba habitada aquella casa por Dolores la de Tomillo) cuando las mujeres acudían a lavar en aquel lavadero alimentado por una de las pocas balsicas que había en Benínar, aquel recinto siempre olía a anís.

Ningún objeto llegó a estar colgado de sus paredes que relacionase aquel lugar con una destilería. ¿Dónde estaría aquel alambique?. Hasta las semillas de anís no recuerdo que naciesen en la vega de Benínar. El olor quedo incrustado en sus paredes como testigo después de trascurrir casi un siglo.

Es de suponer que aquella empresa dejó de funcionar en aquel tiempo en que apareció en la Contraviesa la filoxera en el 1883, en la que, desaparecen todos los viñedos de casi toda la cuenca del Mediterráneo y por lo tanto del Cerrajón de Murtas y de Laujar que sería de donde llegaba la pulpa después de sacar el mosto a las uvas.

Aparece en Plaza de Benínar:  
Cuando apareció la filoxera, los agricultores apenas podían hacer nada para combatirla. Se provó inundar los campos con agua para que el animalito muriera ahogado. Evidentemente, esto sólo funcionaba en zonas de regadío. Gracias precisamente a ello, las parras de la uva del barco de Almería pudieron salir relativamente bien de la plaga. En cambio, las viñas de secano de la Contraviesa, quedaron extremadamente dañadas. Se calcula que en el triángulo Castell de Ferro, Lujar y Rubite, en especial, junto con zonas anexas, estaban destruidas la friolera de 40.000 Ha de vides. Estamos hablando de millones de cepas completamente "achicharradas" por el dichoso bichito”.

Es de suponer que dicho establecimiento lo pondría en funcionamiento el padre de Andrés, (que conocimos los de mi generación) que ya éste cuando se vuelve a replantar todas las vides de la zona no vuelve a reflotar la empresa.

Lo que sí es cierto es que los nietos de aquel Regalao de la destilería sus vidas las enfocaron (siendo por supuesto los pioneros benineros en conseguir una carrera universitaria) a otros menesteres.

 ¿Dónde estará aquel abogado que desarrollo su profesión en Madrid?. ¿Dónde estarán los descendientes de aquel nieto del Regalao que consiguió dos carreras, la de maestro, la de enfermería y lo más destacado ser alcalde de Roquetas?.

Aquella vivienda llegó a ser alquilada por la familia Doucet cuando estuvo viviendo en Benínar y recuerdo a Eugenia que después de permanecer lavando en aquel recinto, cuando salía de aquel recinto, me decía: Mi ropa huele a borracha.    

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