El mes pasado, todo el día en Cádiz para que disfrutase una hija de nuestra Eugenia
Doucet, Susana. En el recorrido cada dos por tres me encontraba con un cartel
que decía: “Juanito este es Napoleón Bonaparte. Napoleón este es Juanito”.
El encuentro era el día treinta y ese día tenía yo que estar en Cádiz y si era
posible en primera fila para presenciar el encuentro. Pregunté a unos y a otros
que me encontré por la calle el lugar de
dicho encuentro de Juanito con el francés.
Nadie me dio norte. Pensé que una vez en casa consultaría en internet
dicha información que me obsesionaba. Los gaditanos saben vender las imágenes y
las palabras como nadie. Los canadienses no entendían ni mi obsesión por mi
incesante pregunta ni les interesaba lo más mínimo ni el doscientos centenario,
ni la Papa, ni Juanito, ni Napoleón, (…), hasta que encontramos un tema de
conversación: Christopher Columbus. No había forma de bajar del burro a
los canadienses que como se llamaba aquel que descubrió las Américas era
Cristóbal Colón y en aquellos momentos me deje llevar por la historia que mis
acompañantes me contaban, que a ellos le enseñaron en la escuela. En Cádiz ni
se debe ni se puede discutir casi por nada, lo que refleja la palabra se puede
contemplar casi de golpe a la vuelta de cualquier esquina.
Decía
Susana y su marido: “Christopher Columbus cuando llegó a Canadá, se
encontró que habían indios, noruegos y hasta chinos”, … “Llegó allí porque los
franceses participaron”, … “Tanto él, Columbus, como sus acompañantes
intentaron ayudar e incorporar en las vidas de los que allí ya estaban”, … En
el viaje de vuelta salió el tema de Gibraltar y en esta ocasión al considerar
yo que los gibraltareños son unas moscas cojoneras, cada uno de sus argumentos
sobre los llanitos, aunque estén dentro de la Comonguel y sea su graciosa majestad
la misma para los dos, me quite el gusanillo.
¡Caray!.
A mí, (el que escribe), que me habían enseñado que Cristóbal Colón, salió de
Huela y llegó a Centro América, en concreto a las Bahamas, y, en vez de subir lo que hizo fue bajar a lo
largo del continente, nadie me dicho que el almirante llegase hasta Canadá.
Ya
que me encuentro en casa y sé el verdadero significado del cartel de Juanito y
Napoleón , (que fueron colocando por toda
Cádiz capital con la intención de “Homenaje al Maestr@”), no entiendo como
dichos maestros (al gremio que he pertenecido) se dejan “manipular” y enseñan a
las generaciones que tienen ante ellos sobre la HISTORIA lo que le interesa en
esos momentos a los que gobiernan. A los españoles nos las contaron de una
forma, a los de la Comonguel, tal y como me lo contó la canadiense Susana y es
de suponer que cada país de América tendrá su versión según sus intereses de
dicho personaje. Me pregunto: ¿Habrán incorporado los catalanes a los libros de
texto que Cristóbal Colón pudo salir de Huelva gracias a la financiación de
la burguesía catalana?. ¡Ohu!.
Preguntaré
a mis paisanos, a los de mi edad, los que se marcharon de Benínar, de La
Alpujarra de Almería a Cataluña,
que tienen en estos momentos sus nietos en la escuela (ahora que tienen los
catalanes plenos poderes en todo lo referente en la educación) sobre cómo les
enseñan la Historia (“los que se nombran los poseedores, los dueños de la tierra”) a los infantes
que tienen ahora en sus centros escolares las verdaderas razones por la que sus
abuelos se marchasen de Andalucía a otros lugares de España.
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