Cuando leo lo descrito en su visita a la Alpujarra, en concreto a Benínar, en el 1836 Charles DIDIER, me llega al pensamiento los mismos sentimientos que le llegaron a Rafael de León y Antonio Quintero cuando escriben la canción, Carmen de España, donde dice:
“Pero no es verdad la historia
que de mi escribió un francés
al que haría Pipitoria
si yo lo volviese a ver
iba a servirme de camafeo
si atravesara los Pirineos”.
En las mismas fechas que visita el francés nuestra provincia aparece en el libro de Andrés Sánchez Picón que por el puerto de Almería salen la mayor cantidad de toneladas de plomo de toda la historia de la explotación de dicho mineral (la zona de mayor producción mundial); comienza a decaer la exportación de barrilla, (producto destinado para la fabricación de jabón, entre otros), permanece estable lo que sale de esparto y aparecen las primeras exportaciones de la uva de embarque. En esas fechas coinciden en los puertos de Almería los distintos productos de la economía Almeriense que son colocados en el mercado mundial. Es decir, que los puertos de Adra, (por donde sale el mayor porcentaje de plomo), el de la capital y el de Carboneras, entre otros, se encuentran en su mayor trasiego portuario que jamás tendrían todos los puertos de toda la provincia en toda su historia.
Otro dato que marca una época: “La institución del Casino Cultural había sido fundada en 1840 por Joaquín Vilches”.
En la Historia de Berja se recoge: “Berja, que llegó a reunir en el año 1839 la cantidad de 20000 mineros y 10000 jornaleros”
Datos y más datos que cualquier visitante pondría en primer lugar, y no todo lo que refleja en sus escritos nuestro visitante francés del siglo XIX..
Todo lo que sale es materia prima sin ninguna transformación, hasta que prácticamente se agotan o dejan de ser rentables y ya en el siglo XX, solo sale del puerto de Almería principalmente uva de embarque, hasta que a últimos de dicho siglo XX, los parrales prácticamente han desaparecido de toda la provincia.
Bien pensado, lo de convertir en camafeo al escritor de referencia, realmente habría que convertir puñaos de camafeos (para llenar un museo) a todos aquellos empresarios de la barrilla, del esparto, de las uvas de embarque, todo lo que ha producido la provincia desde el siglo XVIII hasta el XX. Todo aquel dinero que entraba en Almería en vez de ser destinado para inversiones, para unirse a toda la industrialización que está revolucionando a Europa, América y Japón y, sin ir más lejos Cataluña o el País Vasco, lo que la Historia de Almería tiene escrito, es, siempre, al final de cada ciclo, en la medida que iban disminuyendo las exportaciones de materias primas, es mano de obra sin calificar (peones en su mayoría) la que sale de Almería para levantar otros países.
2 comentarios:
Seguramente que los empresarios habrían venido de fuera y en Almería no reinvertían nada de lo que ganaban.
Muy interesante Paco.
Un saludo, Juan.
Yo recuerdo nombres de familias de Berja y de Almería que seguro se enriquecieron con lo de las minas en general de la provincia y con las exportaciones de la uva de embarque y el patrimonio de aquellas familias, hoy sus nombres casi no aparecen en todos aquellos negocios, empresas, etc. que existen en toda Almería.
Las inversiones de aquellos personajes en edificios, arte, cultura, etc., tampoco nos los encontramos por Almería.
Un saludo Juan.
Publicar un comentario