Este año las
navidades me va a tocar compartirlas con todos aquellos benineros que dejaron
su tierra para incorporarse a una que no era propia ni en su idioma, ni en su
forma de configurar estos días. Sobre todo añorando a toneladas esos
mismos días vividos en su pueblo de procedencia. Me pasa lo mismo con todos
aquellos que veo errantes, que a la legua se les nota que no son nativos, que
no se la tierra de donde vienen, que no
se su idioma y sobre todo que no se si a ellos les ocurre como a mí me ocurre; en estos días estoy fuera de todo, como una gaviota en un campo de fútbol o
un balón flotando en un lago. Es una situación que en otros momentos de mi vida
me hubiese dado por beber (aunque no recuerdo estar borracho tan solo una vez
en mi vida en la matanza de mis abuelos que cogí por mi cuenta una botella de
anís) para pasar borracho todo ese tiempo, pero en estos momentos, me siento
sereno compartiendo en la añoranza con parte de mi familia la Misa del Gallo (no sé si habrá en el
pueblo donde me encuentro ya que he visitado diez veces la iglesia, estaba
abierta pero no había nadie) en el piso de un bloque de apartamentos.
Foto del eterno Camarón de la Isla |
Estar en un grupito flamenco con todos los instrumentos propios de estos
días como se suele decir en Cádiz, (mi tierra adoptiva), compartiendo todas esas cosas propias de
estos días como siempre recuerdo he estado desde que vivo en mi querida tierra gaditana. Este año me ha
tocado compartir la soledad de todos los emigrantes de mi tierra Andalucía cuando llegaron por primera vez a Cataluña. Comparto
la soledad en estos días con todos aquellos emigrantes que intentan llegar a
nuestro continente y ven como los que viven en dicha tierra se divierten y
ellos, los recién llegados les miran de lado como diciendo: “Que estarán
haciendo esta cuadrilla de chalaos”. Lo de chalaos era el calificativo que
utilizábamos en Benínar para explicar en una sola palabra aquello que no se
comprendía o no éramos capaces de explicar.
Muy cerca de
donde vivo existan dos residencias de ancianos que a la hora de la Misa del Gallo, iré a la puerta de cada una de ellas con una botella y dos copas, las
llenaré, una me la beberé y la otra la dejaré en la puerta de cada una de las
residencias que seguro que en esos momentos estarán en el undécimo
sueño.
Seguro que al
otro día cuando se despierten sus cuidadores, dirán que un chalao dejó una copa
en la puerta de entrada, por supuesto que no dirán ni razonarán que el chalao
que dejó la copa de vino de madrugada
quería compartir la soledad con el que en esos momentos estuviese despierto.
No se cuento
tiempo estaré en este bando de personas fuera de sitio o fuera de sistema de mis estructuras mentales, de
los que no celebran la Misa del Gallo. Antes de dormirme esa noche cantaré con la boca cerrada hasta
quedar ronco los villancicos de siempre, beberé y comeré pestiños hasta que me entre el sueño.
Al fin, que no me puedo
quejar ya que en la asociación de vecinos de mi bloque aquí en Inglaterra, se reúnen
periódicamente y me ha invitado. La primera vez me he quedado un poco fuera de
juego al ser todas mujeres (¿30?) menos yo. Había una que traducía que me decía que
mientras las mujeres se reúnen en una casa los hombres se ven al bar. Yo he
llevado de aperitivo tapitas de morcilla.
Lo mejor ha sido cuando han empezado
a cantar villancicos en su idioma y yo que me sabía unos cuantos he dejado el pabellón
español con dignidad al cantar dichos villancicos, como he podido en ingles, (ingles alpujarreño por supuesto).
Me han pedido que cante un villancico de Cádiz. Les he mirado a los ojos y le he dicho al intérprete:
- ¿Ellas saben acompañarme con las palmas?.
1 comentario:
Anoche el recuerdo para Antonio Blanco cuando estaba en el seminario y formaba parte de un coro de voces blancas.
En la catedral de Bradford, (que no fue misa ni se le parece a la MISA DEL GALLO nuestra) un coro de voces blancas fue toda una delicia.
Me acordé también de como cantábamos los benineros y de como canta esta gente. Parece que todos han pasado por el conservatorio.
Sigo insistiendo que una misa en mi parroquia con villancicos no lo cambio por nada.
Publicar un comentario