domingo, 18 de octubre de 2015

La generación que no bebió aguardiente.

 

Esa copita de anís al clarear el día, bebida a sorbitos, con la azada, la oz, el manejo de esparto bajo el brazo, aquellos momentos mientras que se comentaba lo acontecido en el pueblo, era más gratificante que la cervecita que hoy nos tomamos los benineros-as en cualquier terraza ya que aquellos sabían lo que tenían pendiente de hacer en ese día, en ese mes, en esa época del año en concreto, sabían donde se habían dejado el tajo en la vega, en el secano en la acequia, ... La palabra aburrimiento aún no se conocía en aquel pueblo. Eso copita de anís que se tomaban nuestros mayores antes de ir al trabajo en el que el tiempo lo marcaba el bebedor durante toda su vida antes de empezar el trabajo las generaciones de después se lo perdieron.   

La familia de los Pérez, se dispersa como tantas otras, no es la única familia que decide romper con lo establecido, con la tradición, con las costumbres, que no se sienten unidos para nada al negocio familiar donde generaciones tras generaciones de sus antepasados han vivido dentro de un entorno y unos vecinos.

Puede que a la nueva generación de los Pérez les influyese estas tres nuevas apariciones, pero cuando se es joven lo normal es enfrentarse con coraje a todos los desafíos. Hasta aquellos momentos, y después, lo que era normal, era emigrar, en bastantes ocasiones a América conseguir suficiente dinero para volver al pueblo y con lo ahorrado mejorar el status social de la familia, parecerse a los ricos del pueblo. Hacerse una de las casas más grande del pueblo como en la que vivían los Pérez, en el mejor sitio y hasta con balsa de agua es de suponer que alguno de ellos ese dinero vino de América como el oficio.

Los tres posibles motivos de la desaparición de la destilería fueron:     

Pedro Antonio de Alarcón en el 1874 que se edita el libro LA ALPUJARRA.
Pero la principal riqueza  de Murtas y uno de los ramos más importantes de la producción alpujarreña  consiste en la producción de aguardiente perdiéndose la cuenta del número de alambiques que hay establecidos, …
-        -  La filoxera arrasa con todas las cepas de las lomas de La Alpujarra.
Según el diplomático francés:
Gemma Molleví Bortoló* y DaVid v sSErrano e gGiné** en el 1878 aparece el foco en Andalucía la  expansión de la enfermedad fue relativamente rápida. Donde se convirtió en plaga y arrasa con todos los viñedos.
-         -. El gobierno implanta unas cuotas a todos aquellos productores de licores entre ellos el aguardiente.

/decretos.../10-de-1904-mar-28-1904.p... Por el cual se dispone administrar por cuenta del Gobierno la renta sobre producción y rectificación del aguardiente.

-         - Las nuevas generaciones  no aceptan aquella forma de vida, al ser contagiados por el exterior y deciden marcharse del pueblo y ningún argumento familiar ni de gente influyente del pueblo  va a modificar su decisión de marcharse.

Pienso que el último argumento es el que más posibilidades  en el cierre de la destilería.

Cuando llega el momento de reaccionar cuando el pueblo entero está enterado que se va a construir el pantano y que todo aquello, casas y huertos se destruirían las generaciones que nos toco en aquellos momentos ser jóvenes, en su gran mayoría ya habíamos decidido marcharse del pueblo y montar sus raíces en otros lugares.
Me preguntaba Indaloxes: ¿Si en la actualidad existiese físicamente Benínar cómo sería el pueblo?. Estaríamos como ocurre en la actualidad en Hirmes, Darrical o Locainena.
No le contesté, pero ahora le contesto: Viviríamos allí unos cuantos viejos, como ocurre en la mayoría de los pueblos alpujarreños y vendrían emigrantes para atender a los viejos y cuidar de los huertos.   
Antes de todo esto, durante toda la mitad del siglo pasado, hasta  comienzo del 1900, de tener el pueblo por encima de los mil habitantes, pasa a la mitad de siglo a tener menos de los quinientos habitantes cuando llega la noticia de la construcción del pantano. Toda aquella gente joven que había antes y después de la guerra civil del 1936, se habían ido marchando poco a poco principalmente a Cataluña, (los que se marcharon a América volvieron con dinerillo que lo invierten en comprar fincas den el pueblo) bajo la influencia de aquellos pioneros que se marcharon, encontraron trabajo y fueron llamando al resto (o los que estaban en el pueblo insistían en marcharse) de los benineros-as con el argumento que allí encontrarían un mejor trabajo y un sueldo mucho mayor que el que tenían en el pueblo.  No es una exclusiva de Benínar que los pueblos se quedasen sin gente joven, creo que se puede decir que en todos los pueblos de La Alpujarra ha ocurrido lo mismo. En la actualidad: ¿Cuántas escuelas quedan en los pueblos alpujarreños y las que quedan, cuantos son los críos que acuden  a ellas?.

Aunque sea saltarme a otro tema, tengo que poner que la mayoría de todos los emigrantes que llegan a nuestras costas, vuelven a repetirse lo mismo que cuando nosotros fuimos emigrantes, todos traen una dirección o un teléfono de un paisano que los está esperando en Europa para cobijarlos mientras encuentran un trabajo y pueden montar su hogar. Cuando yo llegue a Barcelona recién casado, llamé a mis paisanos, la familia de los Fernández que aunque llegamos a las tres de la madrugada allí estaban ellos despiertos esperándonos y acogiéndonos en su casa.

De los Pérez que se marcharon,  uno logro  ser alcalde de uno de los pueblos más grande de la provincia Roquetas. Otro hermano desarrolla su profesión en uno de los bufetes más importantes de Madrid. El tercer hermano se quedo en el pueblo. No tengo noticias de cuantas veces se reunieron periódicamente ni de cuantas veces volvieron por el pueblo una vez conseguidos sus objetivos. De ellos no guardo imagen en mi mente de haberlos visto por el pueblo desde los años cincuenta y después, pero si me los imaginaba entrar por la puerta de aquel lugar que mantenía el olor a aguardiente cuando yo esta dentro. Seguro que ellos lo tendrían en su mente y de forma progresiva con el paso de los años.