domingo, 31 de enero de 2010

¿GUARDARÁN ALGO DE SUS RAICES?.

Los nacidos en la primera década del siglo pasado se marcharon a Figols, Cataluña a trabajar en las mina un grupo de paisanos. La sangre vital que hubiese cambiado por completo aquel pueblo alpujarreño se escapo como se nos escapa el agua entre las manos.

Aquel grupo de jóvenes que se marcharon, sus apellidos, en la actualidad serán la tercera o cuarta generación, sin duda alguna les tiene que sonar (si es que lo escucha) la palabra el pueblo de referencia de sus antepasados. Lo interesante sería escuchar de esas generaciones que han metido el hombro para poner a su tierra donde se encuentra (donde han nacido) que piensan de sus orígenes alpujarreños. ¿Se les ocurrirá poner la palabra Benínar en gooble y comenzarán a tirar del hilo?.

Llegué a tiempo para escuchar una coplilla que se cantaba por carnavales:
En Benínar no hay mozos /porque se han ido todos a Figols / los tres de Barbarica, /el de José Vargas y Vicentillo. En Cuba está, …

Me gustaría escuchar sus recuerdos, los que le trasmitieron sus padres, sus abuelos porque en cierta medida será una postura, una medida a tener presente de cómo van a actuar mis nietos cuando escuchen la palabra Benínar.

¿Me planteo el desarrollo de lo que aparecerá escrito desde el punto de vista político?. Antes tengo que encontrarme con el libro de Pedro Peralta editado en septiembre del 2003 donde se refleja la revolución de 1932, puesto qué, nuestros paisanos llegarían por dichas fechas a Cataluña. En internet aparece un video donde se afirma: “Aquellos (…) llegados desde distintas partes de España tenían claro en la sociedad en la que les gustaría vivir”.

“Tela marinera para aquellos benineros que salían de guatemala para entrar en guatepeor”. Salen para encontrar un nuevo trabajo pero no se pueden llevar la vida social que tenían en su pueblo y sobre todo la relación vital hombre-entorno geográfico. Aquellas reuniones donde se juntaban los veinteañeros benineros, para hablar de lo acontecido en el pueblo, de acechar la casa donde vivía la pretendiente, de las nenas de dudosa reputación que llegaban al pueblo por aquellos tiempos a una casa cerca del ayuntamiento, (…), pero sobre todo como confeccionar unas letras y unas músicas para cantar en los carnavales.

Aquel grupo de benineros que llegaron a Cataluña, cuando estaban trabajando, picando juntos en la mina de carbón o cuando se sentaban juntos apartados de todos los demás a comer, a descansar, a dormir, (…), ¿encontrarían motivos, detalles, anécdotas, letras y músicas para una canción de carnaval en su nueva tierra o seguirían creando letras de carnaval donde todas las referencias estaban centradas en Benínar?. ¿Cuánto tiempo les costó aceptar que seguir confeccionando letras de carnaval donde se hacía referencia a lo acontecido en su pueblo no le interesaba al auditorio, a los espectadores que tenían en aquella nueva tierra?.

jueves, 28 de enero de 2010

LA PACHAMAMA PARA UN ALPUJARREÑO

Hoy tenía pensado escribir sobre los carnavales. Los que vivimos en Cádiz (y nos gustan), desde el mes de enero estamos disfrutando de ellos. Pero, (…) me he encontrado con el mar y me ha invitado que fuese al faro de Punta Carnero, justo en el centro del Estrecho de Gibraltar para que viese el espectáculo. Los que vivimos nuestra niñez en un pueblo tenemos un vínculo especial con la Madre Tierra y sus cuatro elementos básicos.

A los que el cielo nos despertó una noche para que presenciemos en vivo y en directo el espectáculo de los dioses; no sus divinidades el de oriente o el de occidente. Todos. El de los egipcios, griegos, chinos, indios americanos, etc. Los que fueron y serán el origen de la vida: Sólido/tierra, líquido/agua, gas/aire, plasma/fuego.

Los que vivimos en Benínar, en la Alpujarra en primera fila la tormenta de octubre de 1973, quedamos marcados para siempre, como el que en cualquier parte de la tierra se encuentra en el ojo de un huracán; el navegante que ve su vida en peligro en una ocasión determinada; el que corre (al cuatropies como se decía en mi pueblo) delante de la lengua de lava de un volcán o el que ve como la tierra se abre ante sus pies por una sacudida sísmica.

Las magias que los magos de asfalto, los que preparan su numerito en los escenarios, las olvidamos fácilmente. Caca de la vaca en comparación cuando los cuatro elementos llegan a ponerse de acuerdo para enseñar a los mortales, que ellos realmente son los que les sale la magia por los cuatro costados, los dueños de lo mágico. El espectáculo en conjunto o de forma individual, cuando ellos dicen “aquí estamos”, el que se encuentra en el lugar y a la hora prevista por ellos los elementos, al mortal se le quedara grabada en la retina de los ojos el espectáculo para siempre.

Aquella noche en Benínar, las nubes tan negras como la pizarra. Para que la noche fuese día el cielo preparó todos los rallos, no para unos minutos, para unas cuantas horas (y además, no como con la miseria que se decía en el pueblo que preparaba las migas el compadre Andrés, para una caterva de niños en el año La Hambre, con un kirieleisón de aceite), para toda la noche tan iluminada como se ilumina el cielo de Dalías en la fiesta del Cristo de la Luz. El agua no, todas las que se pudiesen reunir. Con el poder de convocatoria que tenía nuestro Emperador Carlos para juntar tropas para arrasar puesto que se trataba de eso, el agua se abrazó a la tierra para que no quedase piedra sobre piedra de todos los balates de todos los huertos que encontraban a su paso desde El Mulhacén hasta Adra.

Hoy he podido contemplar (es de suponer que es un ensayo de los que suele hacer el agua) en el Estrecho de Gibraltar el lienzo que tienen en común el Mediterráneo y el Atlántico. La Bahía de Algeciras con color a barro por estar entrando en ella el caudal de todos los ríos que en ella desembocan, ha llegado una pincelada en forma de lengua de agua clara y cristalina del Atlántico y ha intentado cambiar en una sola atacada el color de las aguas de la bahía. No lo ha conseguido, pero como cada seis horas el pincel le corresponde a uno de los dos, tiempo al tiempo que el que quiera ver el cuadro con tonalidades azules y marrones, que venga. El mar y el océano saben nuestros gustos en colores y si no tenemos prisa aparecerán veleros, barcos y muchos bichos pupulando.

viernes, 22 de enero de 2010

BOQUETES

Anoche por fin pude tener acceso a internet después de estar casi una semana - según Telefónica - poniendo todo su esfuerzo en resolver una avería en la línea. También se ha necesitado el mismo tiempo en reponer las comunicaciones en el país que ha sufrido el terremoto. Las comparaciones son odiosas pero, no es lo mismo vivir en un país del primer mundo que en el resto de los países. Los que vivimos en los llamados “países ricos”, nos tienen enganchados a unas cuantas nicotinas, que a más de uno les rompen los esquemas de la rutina y andamos deambulando de un sito para otro, teniendo resueltos las necesidades alimenticias pero no las de entretenimiento. En fin, volvemos a “la normalidad, a lo cotidiano”, en lo referente a la “nicotina de la comunicación en la cual muchos estamos enganchados”.

A finales del mes pasado tres cuartos de lo mismo con lo de la TDT por la decisión tomada por los que rigen la TV. Salir a carajo sacado para comprarse una televisión de las modernas. La antena que había no servía y por ello mientras llegaban o no los instaladores otra semana sufriendo el mono de “la nicotina de la información”.

Entre la semana del corte de conexión a internet y el corte de la señal de TV, por no entrar por el aro de vacunarme de la gripe A, dicha pandemia, me escogió y me demostró que lo que tienen establecido los poderes fácticos, cuando lo dicen, cuando se pronuncian, no lo están diciendo de cachondeito.

La nicotina de las pastillas que se tienen que consumir cuando lo establecen los poderes fácticos, “va a misa”. Los nuevos sacerdotes de los dioses actuales, cuando se pronuncian no vale la necesidad de argumentos. La fe es la fe, antes la utilizaban unos y ahora la utilizan otros.

¿Llevarán tiempo intentando por todos los medios que dejemos de una vez la nicotina de los cigarrillos?. A estas alturas de mi vida, las nicotinas forma parte de mi, y no existen parches, ni chicles, ni na de na, que sea capaces de expulsar de mi cuerpo el mono de fumarme un cigarrillo.

Cuando yo vivía en Benínar tan solo tenía el mono de los cigarrillos celtas: ¡Y ahora tengo tantos monos!. Me condicionan desde que me levanto hasta que me acuesto, vamos, que son los que me organizan mi vida cotidiana que a su vez, cuando cobro todos los meses, tengo que ir separando montoncitos: Para el mono del tabaco. Para la TV. Para internet. Para el mono de las pastillas, para que (…), la moscas (tse tse) del sueño, me lo de o me lo quite (…). Como los bebés que necesitan el chupe para relajarse o para coger el sueño. Conforme crecemos descubrimos chupetes de sabores distintos. ¡Y, anda que los que llegan detrás!. No he visto ni un solo chupe en todas las imágenes que he visto de Haití.

viernes, 15 de enero de 2010

LO QUE GUARDA DOÑA PEPITA.

Es un comentario sobre la foto (la primera de las dos) que se ha publicado el 12/01/10 en Plaza de Benínar, con el título: “Recuerdos fotográficos de Doña Pepita”.

Doña Pepita además de guardar la foto tiene que guardar lo vivido en aquellos tiempos en Benínar. Se puede comparar con el investigador que llega hoy a una sociedad primitiva, está un tiempo viviendo entre sus habitantes, terminado dicho periodo se marcha. A partir de dicha fecha, no será lo mismo para el investigador ni para aquella sociedad primitiva. Doña Pepita (la maestra) y don Rafael (el médico) serán un punto de referencia en la Beninar de los años sesenta.

Lo que veo en la foto es un grupo de benineras con una personalidad bastante destacada cada una de ellas. En sus gestos, sus posturas, sus pronunciamientos y sobre todo en las miradas en cada momento eran impredecibles adivinar sus pensamientos y sus decisiones.

Casi todas las del grupo rompen con los cánones establecidos.
En la película “Lo que el tiempo se llevó”, Escarlata O’Hara se deja a regañadientes que su crida le apriete los cordones del corsé. Creo que este grupo de benineras nunca se dejó ni poner el corsé que le marcaba la sociedad ni que nadie le apretase los cordones, para marcar aún más la cintura.

Como norma general las mujeres de aquel tiempo, desde que nacían y conforme iban creciendo se les iba preparando para lo que estaba establecido socialmente. Tenían que ser esposa y madre, por supuesto dentro del matrimonio. Formar una familia y tener hijos. El cuidar del marido, de los hijos, de los ancianos de la familia era nada más y nada menos la labor encomendada a la mujer de aquella época, sin pensar para nada que la mujer podía tener, como ser humano, otro tipo de necesidades personales, intelectuales, profesionales, sociales, (…), e incluso artísticas.

Puede que en su plena madurez, (como ocurría en el resto de España), las mujeres de la foto necesitaban un tutor masculino incluso para figurar como titulares de una cuenta corriente en un banco. La mujer no podía firmar nada sin el consentimiento de su tutor.

La mayoría de las benineras que en la actualidad ejercen una determinada profesión (y que a su vez, son esposas, madres, supervisoras y cuidadoras de las personas mayores que están dentro del entorno familiar), en su día se tuvieron que plantear la forma de actuar de aquellas paisanas que estaban rompiendo los cánones establecidos, para ellas, las nuevas generaciones planificasen lo que querían ser de mayores.

Las decisiones personales que se tienen que tomar a lo largo de toda la vida, siempre o casi siempre se encuentran llenas de dudas. Estas dudas las agrandan o las hacen menores la familia que te rodea. En aquel tiempo en aquella sociedad tan cerrada como era la beninera las dudas de la decisión tomada ¡sí que eran dudas tan grandes como los Tajos del Cejor!, donde todo el mundo controlaba y era controlad@.

sábado, 9 de enero de 2010

SE DESMONTA EL BELEN

No sé si en todas las casas, en la mía estamos los que tienen arte y estilo para montar el belén y los que como yo (me ha tocado) guardarlo. Cuando pasas las fiestas es necesario guardar. No es necesario describir con palabras transcendentales para que todo el mundo entienda:
“No es lo mismo montar el belén que desmontarlo”.
Montarlo es creativo y estimulante. Desmontarlo suele ser asignado al que en la casa se le tiene el calificativo:
“Ya que no tienes nada que hacer en todo el día, ...”. Con ritintí, por supuesto.

Cuando están envueltas las figuras,las importantes, las más grandes, las relevantes veo gran cantidad de morralla donde las ovejas están sin cuernos, la mayoría de las cabras paralíticas, algunas de sus extremidades están pegadas, al hortelano se le ha roto el astil de la azada, al gañán roto el yugo de los bueyes, etc. Se encuentran así la mayoría de las figuras menores porque cada año cuando llega este momento de guardar objetos no transcendentales, en su gran mayoría construidas de arcilla, o de escayola, cualquier movimiento los han lisiado.

Me acuerdo en estos momentos cuando llegó el día de desmontar la casa donde siempre se había vivido en Benínar. Ni con lazo se encontraba a algún joven. Cuando se trataba de montar la nueva casa en la Aldeilla, Santo Domingo,en la Gangosa, El Ejido, quedaban anulados “por su mal gusto” los que habían estado desmontando la casa del pueblo y entraban con poderío la gente joven. Es de suponer que los que se marcharon en su día del pueblo para instalarse en Barcelona les ocurriría tres cuartos de lo mismo.

Los benineros siempre hemos aceptado dar con gusto el puesto que le ha correspondido a la gente joven. Nuestros hijos no heredan cuando mueren sus mayores. Heredan lo de sus padres cuando llega el momento.

Como siempre me toca guardar las múltiples cositas que configuran el belén no hago más que relatar y los que están aguantando mis letanías, siempre terminan diciéndome:
- ¡Ea!. El año que viene se monta nada más que el misterio: Padre madre e hijo.
Tardo algún tiempo en reaccionar pero no me puedo callar y pregunto:
- ¿Y el castillo de Herodes?. ¿Y los Reyes Magos?. ¿ La noria, el río, las lavanderas, los patos, (…), la huerta, el gañán, …?. ¿Y la mula y el buey con el pesebre?.
Mi mujer que suele ser la más práctica se acerca y me dice:
- Tíralo todo a la basura y el año que viene se compran por dos euros y medio todas las figuritas en los chinos.
No me puedo creer lo que estoy escuchando y pregunto:
- Que estas figuritas lisiadas te tienes que acordar que fueron aportadas cada una de ellas por cada niño, en sus distintas etapas infantiles y cuando llegan a casa (este año sin ir más lejos) con sus amistades, acuden directamente a ellas, las colocan en el mejor sitio y comienzan los recuerdos asignados a dicha figura tejiendo todo un relato.

Cojo una silla, me pongo un periódico para ir envolviendo cada una de las figuritas y casi de inmediato me llega a la mente:
Para los más pequeños la palabra lavandera la asocian a la máquina que está en el trastero de la casa que centrifuga y el horno de pan para ellos es una barbacoa, puesto que el pan, por unos céntimos, así de simple, se compra en cualquier supermercado calentito o en las tiendas de veinticuatro horas.

Me resisto a que mis niet@s tiren un trozo de pan en el recreo del colegio sin antes pensar que su abuelo para tener pan primero tenía que convertir en fértil un trozo de tierra, tenía que labrarlo, sembrarlo, segarlo, barcinar, trillarlo, ventarlo, llevarlo al molino, amasarlo, cocerlo y comer pan tierno tan solo un día a la semana.

Si un belén montado medio en condiciones es lo más educativo para todos los que nacieron con nodriza llamada frigorífico. Es rememorar todos los años que casi todos partimos de unos abuelos que vivieron en vivo y en directo la ecología llevada a la práctica, la de verdad, no la ecología de los despachos, ni la ecología que están montando los políticos con lo del cambio climático.

Si un BELEN bien montado es como Benínar montada en el salón de la casa.

domingo, 3 de enero de 2010

ZAPATOS RELUCIENTES.

En Puerto Rico existe la costumbre de colocar caja de zapatos `para que los Reyes Magos depositen lo que con anterioridad se ha escrito en la carta dirigida a dichos personajes. Puede que dicha costumbre llegase a Benínar después que nuestros paisanos “hiciesen las américas”.

A mis hijos cuando eran pequeños logramos crear la costumbre que cada cual cogíera sus zapatos y hasta que no quedasen como los chorros del oro no se colocaban en la ventana la noche en la que pasaban los Magos de Oriente. Mi hija es la que mantiene dicha costumbre y ella solita es la que se pone a limpiar zapatos y dale que te pego los deja relucientes, tal y como les gusta a sus majestades. Los va colocando en el orden que fueron colocados siempre. Su satisfacción por el trabajo realizado, ¡vaya si se nota!. Alborotando. Preguntando. Disfrutando mucho más del sueño de la llegada de los reyes, que a la mañana siguiente, cuando encima de los zapatos están colocados los regalos.

En casi todos los sitios consultados lo que suelen colocar en la ventana son cajas de zapatos. De los zapatos comprados recientes. La caja de zapatos para un beninerill@ era el recinto personal donde se guardaban todas las pertenencias personales. En Benínar se colocaban zapatos puesto que no todos los años se compraban ni todos los niños tenían para ponerse dicha prenda ni mucho menos que en su casa naciese el sueño que los Reyes Magos se parasen en su ventana. En aquellos tiempos se compraban los zapatos dos números más de los que se necesitaban en aquel momento, la punta se llenaba de algodón, se cuidaban como un verdadero tesoro puesto que siempre dicha prenda iría pasando a los hermanos más pequeños. En nuestro pueblo se les ponía a los magos los zapatos. ¡Ni punto de comparación el contenido con el envoltorio!.

Recuerdo los días seis de enero que en muy pocas ventanas del pueblo aparecían regalos, en la mía en concreto tan solo depositaron un balón. Es de suponer que llegasen prendas de ropa o algo parecido, pero dichas prendas sin que nadie nos lo explicase le asignábamos la colocación a nuestros padres. Las explicaciones que nos daban los mayores era que donde desembarcaban era en Sierra Nevada, recorrían todos los pueblos de la Alpujarra y terminaban ya caninos en Adra por donde volvían a su lugar de origen.

El último villancico por este año.

Ya vienen los Reyes Magos
ya los he visto por el río
traen montañas de regalos
vienen cargaitos perdios
y al pesebre vienen a adorarlo
traen oro, incienso y mirra
y al portal van ha llevarlo.
Y van a llevarlo.

Vengan pastores, vengan al portalillo
tráiganse los tambores,
guitarra y bombo
que en el portal vamos a contemplar
que María está bailando,
San José taconeando
y el Niño metío en la cuna
las palmas está tocando.

Mi pare toca el pandero
y mi mare la guitarra
y mi hemanillo pequeño
dando to el día la tabarra
y el abuelo, baila que te baila.
Ya estamos tos los pastores
pues ya ha venio mi hermana.
Ya ha venio mi hermana.

Vengan pastores, vengan ……….

En el pueblo hemos decidio
entre todos hacer un Belén
y hasta el alcalde ha venío
pa su figurita poner
y al momento de enchufar las luces
se ha quemao el pesebre
y a todo a empezao a arder.
Hasta San José.

Vengan pastores, vengan ……….