jueves, 24 de septiembre de 2009

SEISCIENTOS AÑOS.

El pasado 19/09/2009 unos cuantos tarifeños nos encajamos a Santiponce – Sevilla – para colocar una corona de laurel en la tumba - a uno de los mitos, no solo de Tarifa, también de la España de hace 600 años - de Guzmán el Bueno, en el día señalado, hacía justo seis siglos que dicho héroe perdió la vida en Gaucín cuando regresaba de una batalla en Granada.

Si los que somos o nacimos en Benínar dejamos escrito las consecuencias vividas por su población al ser expulsados de su pueblo, estoy seguro qué, no pasarán los años ni los siglos sin que en esa fecha, “10/10/1982”, alguien, en recuerdo de aquel sacrificio coloque una corona de laurel en el lugar donde estuvo dicho pueblo alpujarreño.

Posiblemente Beninar se hubiese diluido como la sal en el agua o como el azúcar en cualquier taza de herbáceo, - así es como nos entendemos los benineros cuando nos preguntan: ¿una taza de té, de manzanilla, de poleo, etc.?, - pero no fue así. No es así.
Unos cuantos del pueblo, - y otros que no nacieron en Beninar -, sin grandes objetivos, pero de forma reiterativa, se han puesto delante del ordenador y empezaron a escribir cosas de su pueblo.

Esa es la clave. Que cada beninero escriba la parte de la Historia de Benínar que le toca.
La clave está en el reto del folio en blanco. La pantalla en blanco. En la grabadora de voz.

A mis abuelos e incluso a mis padres, no les puedo reprochar que no dejasen por escrito, … ¡Algo!. Ellos no sabían escribir. Eran analfabetos.

Los benineros que entran en el foro, (...) en cierta medida están escribiendo parte de su historia y cuando un hij@s, niet@s, …, quiera encontrase con su pasado, al menos unos cuantos dejaron constancia que: “Lo escrito, escrito está”.

Las nuevas generaciones, tienen el derecho "al reproche", puesto que sus abuel@s, padres-madres no eran analfabetos. Me refiero, apunto, a los de mi generación, más o menos, qué, mas mal o más bien, con o sin faltas de ortografía, - puede que se planteen las nuevas generaciones, - desaparecieron sin dejarles a ellos algo escrito de su HISTORIA
PERSONAL

martes, 15 de septiembre de 2009

FRUTAS DE BENINAR

¡Al kakis bueno!.
¡Al kakis de calidad!.
¡Con el color de la cara de una serrana cuando las calles están llenas de nueve!.
¡Kakis de Benínar con el sabor de los panales de las abejas!.
¡Tan dulces como la almibar!.

El motocarro de Paco el de Ramón estaría aparcado en cualquier calle de los pueblos de Murtas o de Turón con cuatro cajillas de kakis, tan solo una de azufaifas y otra de níspolas, que en nuestro pueblo se decían de pudrir.

Benínar tenía brevas a mogollón pero muy pocos árboles frutales. Los había y los recuerdo donde estaban situados; como recuerdo que los beninerillos hacíamos guardia para poder probar dichos manjares.

Con tan solo probar dos o tres azufaifas de las que tenía Isabel la de Isabel Roda, eran suficiente para que en ese día nuestro paladar imprimiese en la memoria otro de los tantos sabores que se recuerdan de cuando uno era niño.

Las níspolas y la platanera que tenía Guadalupe en aquel huerto debajo del puente. Los beninerillos montábamos toda una estrategia para aprendernos el itinerario de su propietaria desde que se levantaba hasta que se acostaba para poder probarlos.
No se podía escapar cada época del año sin haber probado aquellas frutas.

Hasta que no llegaron los polos que fabricaba Doloricas la de la tienda, los beninerillos no probábamos nada dulce puesto que en el pueblo vender caramelos en las tiendas se consideraba todo un lujo fuera del alcance de la gran mayoría de los críos.

Hoy en cualquier huerto de cualquier beninero – haberlos ailos - nos podemos encontrar tal variedad de árboles frutales, que se puede decir que de cosecha propia se está comiendo fruta todo el año. A punto está que se puedan comer granadas y chirimoyos.

Pero sobre todo las uvas: Clarillas, molineras, del barco, del cuerno, negras y seguro que se me escapa alguna variedad.

En nuestro pueblo recuerdo espantar los gorriones que acudían a comerse las espigas del trigo, pero en el tema de uvas eran tantas que apenas se notaba que los gorriones cobrasen su ración de cada día, puesto que para eso también eran benineros y todos los nacidos en aquel valle tenían que comer. ¿O no?. Sin bautizar, claro está; pero nacer, nacían en nuestro pueblo y, casi todos debajo de las tejas del tejado de la iglesia.

Recuerdo a una paisana cabreada lamentarse, ya que los frutos del árbol que había guardado noche y día esperando que madurasen había desaparecido a lo que otra vecina le decía:
- Se los habrán comido los gorriones.
A lo que contestaba la desolada con las manos en la cintura en plan de guerra.
- ¿Los que caminan dando zancadas o los que caminan dando saltos?. ¡Si los llego a coger, …!.
- Tanto unos como otros no dejan de ser gorriones.

domingo, 13 de septiembre de 2009

El desafío del folio en blanco no deja de ser el reto. La lámina inmaculada me está esperando con toda la paciencia del mundo. Sabe que más tarde o más temprano me sentaré frente a ella. Conoce todos mis puntos débiles y deja que me mueva a mi antojo. Me deja que salga o entre, vaya o venga y todo el tiempo que quiera. Jamás me ha fijado límite alguno.

Es la superficie en blanco la que en todo momento va aceptando lo que quede marcado en ése espacio limitado, pera luego ella examinará, demostrará y convencerá que es ella la triunfadora.

Puede llegar un momento, en que desafiante como desafiado no se hayan puesto de acuerdo en el planteamiento y sea el desafiado el que tenga la potestad de arrugarlo y encorajinado revolearlo a la papelera o a cualquier esquina de la habitación, pero dicho acto no deja de ser un acto de rendición. Acto seguido el desafiado, exclamará: De acuerdo he perdido pero volvamos de nuevo a empezar.

Cada folio en blanco no deja de ser un cron que se presentan en el mercado por paquetes que cada uno se parece al siguiente con una identidad aplastante. Puede que en la contienda entre muertos y heridos apenas si quedan folios en el paquete, pero el triunfo final siempre será de la última superficie en blanco.

Lo que estoy escribiendo sale a colación que al levantarme esta mañana con una idea brillante; he acudido a coger el bolígrafo, a situarme donde normalmente me suelen visitar las musas y colocado el folio en blanco delante de mí, he vuelto a ser derrota en otra batalla memorable y van unas cuantas.

jueves, 10 de septiembre de 2009

BUFÉ LIBRE PARA LOS MONOS

Esta noche podremos contemplar todos los que vivimos en el Campo de Gibraltar los fuegos artificiales como colofón a la celebración del “National Day” que celebra nuestros vecinos los llanitos (los gibraltareños).

Celebran los hijos de la grandísima Gran Bretaña el día del referéndum de 1974 donde se le pedía a la población su pronunciamiento sobre la soberanía española.

Para el resto de los que vivimos en la bahía es la fecha en la que todos los años nos recuerdan que son los vecinos más indeseables - con más cara que una gata parida - que puede tener una comunidad, y, para colmo de nuestro cabreo, hace unos días, los ha visitado nuestro ministro de exteriores.

Es de suponer que hoy los monos tendrán bufé libre para que se atiborren de cacahuetes.

domingo, 6 de septiembre de 2009

EL EQUILIBRIO TENÍA QUE LLEGAR

Cuando en Benínar una riada se lleva por delante toda la vega aparece una toma de conciencia en toda aquella sociedad de agricultores donde padres e hijos, - quiero hacer subrayar sus hijos, - tienen que enfrentarse a la cruda realidad que en la agricultura no se encuentra su futuro.

En la actualidad a los albañiles les ha ocurrido algo parecido; lo mismo. La crisis económica ha sido la riada que se ha llevado por delante toda posibilidad de continuar con el negocio de sus mayores. Ya no es lo mismo enfocar el futuro de toda una vida en un sistema de trabajo que tiene sus cimientos en arenas movedizas. Donde se sustenta su futuro sus cimientos puede llegar cualquier riada – como la que termina de pasar - y limpiar de la faz de la tierra el sustento del día a día.

Puede que los mayores se conforme con cobrar todos los meses la prestación social de subsistencia de los cuatrocientos y pico de euros, cantidad que se aproxima en escasos euros a lo que están cobrando ya los que están jubilados.

No quisiera aplicar el mismo razonamiento a todo lo referente al cultivo bajo plástico de todo el Poniente de Almería, pero “las alegrías de años pasados de manejar euros y coches caros ha cambiado por completo”.

En un principio los mayores y en segundo lugar los que en la actualidad están terminando la ESO, ya nos les vale el razonamiento:
- “Me pongo a trabajar con mi padre como albañil y cobraré todos los meses mucho más euros que lo que cobran los de mi misma edad que han terminado una carrera universitaria”.
“Lo mismo se puede decir que deben estar pensado la mayoría de los jóvenes que en la actualidad están dentro de una unidad familiar que lleva la explotación de un invernadero”.

La crisis de las universidades que en su gran mayoría se estaban quedando sin alumnos en sus aulas ha tocado fondo; o lo que es lo mismo los jóvenes que proceden de familias del sector de la construcción y del sector de cultivo bajo plástico deben de estar planteándose que se encuentran en la edad propia de una preparación universitaria, por lo que pueda tener escondido el futuro para ellos.

Volvemos a plantear en las aulas el siguiente planteamiento:
¿Cuántos universitarios se encuentran en el paro?. ¿Cuántos agricultores y peones de albañil están sin trabajo?.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

RECURSOS DE L@S POBRES ENFERMIT@S

En línea de lo anteriormente escrito sobre la actuación de los dos médicos don Emilio y don Rafael los enfermos de difícil tratamiento sus madres sin contar apenas con recursos para viajar hasta los hospitales de Almería o Granada sin pensarlo dos veces se ponen en camino.

A las madres de los beniner@s enferm@s tan solo les faltaba que alguno de los dos médicos le dijesen las palabras mágicas:
! Puedes!.
¡Curación!.

Las primeras que se creían a pie juntillas aquellas palabras eran las madres benineras, las que se quitaban el delantal y el pañuelo de la cabeza y se convertían en huracanes que hasta que no perdiesen fuerza era imposible detener. Cogían @l enferm@ y se ponían en camino pasando tres pueblos de los consejos o críticas rancias de siempre de familiares y vecin@s.

Con muy pocos reales en la faltriquera, - cogían la Alsina o correo - y se plantaban donde su familiar podía ser sanado.

Hasta que dichos médicos no llegan al pueblo, la mayoría de los enferm@s en Benínar, se intentan que sanen a base de rosarios, plegarias, novenas, candelabros llenos de pabilos empapados en aceite y ardiendo por uno de sus extremos y mandas a san Roque.

El que escribe recuerda asistir a uno de estos rituales que al no ser aprobados por el cura se celebraban en las casas de los enfermos.

Los padres o familiares de los enferm@s siempre recurrían a promesas al santo de quemar docenas de cohetes en las fiestas del patrón en la medida a sus recursos económicos.

Es de suponer que más de la mitad de los pueblos del mundo con el número de habitantes que en aquellos tiempos tenía Benínar, creen que quemando pabilos empapados en aceite y tirando cohetes, se pueden curar los enfermos de su comunidad.

martes, 1 de septiembre de 2009

EL MAL DE OJO Y EL MAPA GENÉTICO

Doña Pepita, don Rafael y don Emilio.
Si no tenemos presentes las fotos de los doctores Sánchez Quero, - casi a comienzo del l.900 - las correspondientes tanto a D. Emilio, como a D. Rafael – finales de 1940 y comienzos de los 1. 970 - que creo no haberlas visto en todas las aportaciones de fotos antiguas que se están haciendo por parte de todos los benineros, y que se encuentran recopiladas en el blog Plaza de Beninar; sin dichas fotos de los dos doctores en medicina, las tres décadas están incompletas.

Dentro de unos años si no existen dichas fotografías los que acudan a ver la Historia de Benínar a través de las imágenes, dichos personajes de elevada influencia en la población nadie se preguntará por el paso de dichos médicos por aquel pueblo alpujarreño donde fueron descubriendo y poniendo nombres al mapa – en la actualidad el famoso mapa genético - que representaba los males o enfermedades asociadas al mal de ojo.

Dos médicos que marcan cada uno una época en un pequeño pueblo con poco más de seiscientos habitantes.

El paso de dichos profesionales por aquella población dan para largo puesto que la higiene y las enfermedades de una población, pasaron sus habitantes de enfrentarse al dolor a través de las hiervas que nacían en los montes y en la vega a la llegada al pueblo por primera vez de la Aspirina y la Penicilina.

Con ambos médicos los medicamentos que fueron apareciendo en el pueblo en tres décadas que los tenían que comprar los enfermos; que después de D. Rafael, la llegada del médico que lo sustituyó ya existía la Seguridad Social y dicho médico como los medicamentos eran gratis, dejaba el maletero de su coche abierto, para que los que acudían a por recetas regaladas, dejasen desde el gallo, los conejos, a la fruta y verdura de temporada pero sobre todo patatas.

Centrándonos en D. Rafael y Dª Pepita, los benineros descubren que tanto la maestra como el médico podían sobrevivir sin estar ligados a la autoridad por excelencia que en aquellos tiempos era lo que el cura aprobaba o desaprobaba. Ambas autoridades – maestra y médico - el ir a misa, el rosario, las novenas, etc., no eran tan vitales ni tan fundamentales para que los enfermos se curasen ni que los niños de la escuela pudieran tener la oportunidad de llegar a ser médicos y profesores si ellos y su familia se lo proponían.

La época de ambos profesionales es tan importante para aquel pueblo alpujarreño, que cuando en octubre de 1973 una gran riada barre toda la vega y en el 1982, sus habitantes son obligados a marcharse del pueblo al haber construido un pantano, en la década de D. Rafael y Dª Pepita, se fragua la idea, que aquellos niños podían ir a la universidad, es decir, la juventud de aquel pueblo colgarían los aperos que utilizaban sus antepasados durante todos los siglos de labranza de la tierra para siempre, y se marcharían definitivamente del pueblo.

¿Dª Pepita y D. Rafael, le pedirían a las estrellas fugaces que aparecían en el cielo de Benínar que su juventud dejasen la azada y el arado para que acudiese a la universidad?.

¿A cuántos pueblos de la tierra en la actualidad les hacen falta la llegada de una profesional de la enseñanza y a un profesional de la medicina para que sus habitantes miren al cielo y descubran las estrellas fugaces?.